El Espanyol frena la euforia con un triste empate en Cornellà
El conjunto perico topó con el cerrojo defensivo del Huesca y se quedó sin la tercera victoria consecutiva
El Espanyol de los milagros frenó ayer su subidón con un triste empate en casa ante el Huesca (0-0). Se quedó a las puertas de encadenar esa tercera victoria consecutiva que había verbalizado Ramis en la previa y tuvo que conformarse con un punto que le mantiene en la zona de ascenso directo a la espera de lo que haga hoy el Eibar en Leganés. Faltaron ideas y precisión para sumar otro triunfo que habría confirmado definitivamente la escalada.
Una pobre primera parte y una segunda más que notable no fueron suficientes para llevarse una alegría en una tarde de poco fútbol. La
Espanyol Huesca
Joan García; Omar, Sergi Gómez, Víctor Ruiz, Cabrera; Puado (Keita Baldé, m. 85), Aguado, Keidi Bare (Gragera, m. 72), Salvi (Jofre, m. 72); Pere Milla (Lazo, m. 46), Braithwaite. Técnico: Luis Miguel Ramis.
Álvaro Fernández; Loureiro, Blasco, Martos (Nieto, m. 70), Vilarrasa; Gerard Valentín (Tresaco, m. 86), Óscar Sielva, Kortajarena (Hashimoto, m. 70), Javi Martínez (Carlos Gutiérrez, m. 86); Elady, Hugo Vallejo (Obeng, m. 64). Técnico: Antonio Hidalgo.
igualdad que reina en Segunda División presidió el choque del Stage Front Stadium. Compitió muy bien el Huesca, concentrado exclusivamente en defender. El experico Álvaro Fernández cerró con llave y los aragoneses se llevaron un puntito que sabe a poco a los blanquiazules.
Dos novedades introdujo Ramis respecto al milagro de Eibar, uno obligado por las molestias de Pacheco que situaron a Joan García bajo palos, el otro por decisión técnica, con la ubicación de Salvi, uno de los héroes de Ipurua, en lugar de Jofre. Enfrente, el Huesca exhibió su habitual solidez. En Cornellà se medían el segundo mejor local y el segundo mejor visitante. El cuadro aragonés es también el menos goleado fuera de casa (9 goles en 15 duelos).
Le costó horrores al Espanyol romper el cerrojo de un rival perfectamente posicionado. La primera parte fue un martirio. Ni una sola ocasión en 45 minutos para lanzar a la basura. No se merecían ese tostón los 22.472 espectadores que acudieron al estadio, una fantástica entrada motivada por el buen horario del choque y la gesta de Eibar, done el equipo perico protagonizó la remontada más meteórica y tardía de la historia de la Liga.
Ocasión clarísima
Despertó al fin de la siesta el Espanyol en el segundo tiempo. Tampoco era muy complicado subir el listón y Ramis lo logró con un primer cambio justo tras el descanso: Lazo por Pere Milla. Braithwaite acarició el primero en una ocasión clarísima en la que solo faltó remachar (m. 56). Ni el danés ni Puado ajusticiaron, mientras Cabrera topó Álvaro en un buen cabezazo (m. 58).
Un doble remate de Lazo, el primero contra el portero y el segundo a las nubes (m. 67), fue la siguiente aportación perica en busca de un gol que se resistía y jamás llegó. Lo siguió intentando el técnico catalán con los cambios y su equipo sobre el césped, especialmente a balón parado. Dos testarazos de Braithwaite y Cabrera fueron los últimos intentos antes del tiempo extra, ese añadido habitualmente volcánico que esta vez transcurrió sin pena ni gloria.
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