Coles entre flores
Josep Mestres. PRODUCTOS ECOLÓGICOS
«Somos más agricultores recién llegados que productores veteranos que han hecho la transformación», comenta Josep Mestres, que después de unos años trabajando como ingeniero técnico agrícola, principalmente en cuestiones forestales, en 2008 decidió poner en cultivo unas tierras familiares en Benifallet (Baix Ebre). Eran 15 hectáreas de tierra de huerta, en las que él inició una producción ecológica. «Tenemos unas 40 variedades de productos de huerta y una quincena de fruta», indica Mestres, que pertenece a la cooperativa Hortec. Estos días su finca está cubierta de lechugas de distintas variedades y de coles kale, entre cuyas líneas hay flores plantadas «para que atraigan a insectos y actúen contra plagas». La producción ecológica en Catalunya está haciendo desde hace ya un tiempo los deberes que le han puesto la Agenda 2030 de la ONU y la UE. Ocupa un 23% de la superficie agraria catalana. «El crecimiento más fuerte en los últimos años ha sido en la viña, y en menor medida, en el olivar… Pero en huerta, por ejemplo, hace muchos años que no crece el número de hectáreas cultivadas de modo ecológico», precisa el productor. Es un sector que ocupa proporcionalmente más mano de obra que la agricultura convencional y que produce alimentos, «que crecen a su ritmo», con más vitaminas y nutrientes. «Además, en estos momentos, los precios para el consumidor no son tan elevados como hace unos años, ya que los productos ecológicos no se han visto tan afectados por la inflación». Están librando una batalla. «La Generalitat quiere crear una etiqueta para la agricultura sostenible: es un ataque directo al sello ecológico», afirma. «Un alimento puede ser sostenible habiéndose cultivado con productos químicos autorizados».
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