‘Millenials’ en el campo
Marta Valls y Josep González. ELECCIÓN
No ha sido fácil (todavía no lo está siendo), pero Marta Valls y Josep González están ya embarcados en un proyecto que aspiran se convierta en su forma de vida. Ninguno de los dos viene de payés, pero habían dedicado algunos veranos, tiempo atrás, a trabajar en la cosecha de fruta. «Yo sentía que esto me gustaba, que de algún modo quería dedicarme a ello, pero me formé como auxiliar de enfermería y he estado ocho años trabajando en mil y una cosas, hasta que finalmente me he decidido», explica él. Valls y González se han hecho cargo de 15 hectáreas de tierras en Hostalets de Pierola (Anoia), que cultivan ellos mismos. Tienen 30 años y son el relevo generacional de un agricultor, Joan Raventós, que se jubila.
«Tenemos olivar y distintas especies de frutales, desde almendros, melocotoneros, cerezos y albaricoqueros hasta nísperos, ciruelos e higueras, pero estos últimos en menor cantidad», cuenta ella, que estudió Periodismo y trabajó en distintos medios antes de dar el paso hacia la actividad agraria. Ambos han pasado el último año y medio trabajando y aprendiendo de Raventós, y ahora están ya listos para constituirse en una cooperativa de trabajadores. Todo lo que producen es ecológico y lo venden a pequeñas cooperativas de la zona, que son las que distribuyen su fruta.
En todo caso, coinciden en destacar ambos, «esta no es una decisión sencilla, son muchas horas de trabajo y, la verdad, de vez en cuando hay crisis existenciales que te lo hacen replantear todo», reflexiona González. «Además, la Administración no lo pone fácil... Las condiciones para que los jóvenes nos incorporemos al campo son muy exigentes y entendemos que haya protestas», agrega ella. De hecho, confiesan, ahora mismo no les da para «vivir de esto» y mantienen pequeños trabajos extra.
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