Cuerpo subraya que «España no se entiende sin las empresas familiares»
▶ El ministro de Economía clausura la presentación de la tercera y cuarta edición del libro ‘Los que dejan huella’, impulsadas por KPMG y Prensa Ibérica
La sede de KPMG en Madrid fue ayer un gran punto de encuentro para el empresariado familiar. Numerosas personalidades procedentes de distintas regiones de España se dieron cita en la presentación de la tercera y la cuarta edición del libro Los que dejan huella, en el que la consultora y el grupo de comunicación aúnan esfuerzos para desarrollar una iniciativa periodística y editorial que subraya la relevancia de las empresas familiares como motor de la economía.
El proyecto, que ha permitido a los periodistas Ana Samboal y Armando Huerta entrevistar en estas dos ediciones a setenta dirigentes de importantes empresas familiares de todo el país, brinda a los lectores la oportunidad de conocer mejor, en lo profesional y en lo humano, a personalidades que constituyen fuente de inspiración por su talento, su dedicación y su visión de negocio.
Las historias que recoge Los que dejan huella ofrecen una interesante panorámica de los grandes desafíos que afrontan hoy las empresas familiares ante los profundos procesos de transformación global que tienen lugar en la actualidad, deteniéndose en los orígenes y en los valores de las compañías, en los hitos que han jalonado su evolución y en la personalidad de los entrevistados.
El ministro de Economía, Comercio y Empresa, Carlos Cuerpo, valoró la labor que realiza esta iniciativa en el empeño por trasladar el mensaje de que «con esfuerzo y con tesón se pueden cumplir las metas». Destacó que haya «personas que desarrollan ideas que llevan luego a la práctica con proyectos empresariales, aceptando el riesgo y la incertidumbre, y muchas veces con un coste personal muy elevado, pero generando oportunidades, empleo y éxitos».
El titular de Economía aseguró que «España no se entendería sin las empresas familiares, que representan casi el 90% del tejido empresarial y dan empleo a dos de cada tres trabajadores». «Son empresas cercanas, pegadas al territorio, que a menudo ayudan a combatir la despoblación rural y que mantienen una visión de largo recorrido y un compromiso social importante» en sus territorios.
El ministro remarcó que «la mejora de la competitividad es una de los grandes retos de nuestras empresas en los próximos años» y anunció la creación de un Consejo Nacional de Productividad que va a servir como «plataforma de análisis para fomentar la mejora en términos regulatorios, con recomendaciones sobre financiación y sobre vías para aumentar la eficiencia de las empresas en su transición hacia una economía más verde».
Arraigo y resiliencia
Javier Moll, presidente de Prensa Ibérica, señaló en su intervención que «los empresarios entrevistados tienen en común la cultura del esfuerzo, la aspiración de crecer, la vocación de innovar, la búsqueda de la excelencia y, siempre, un profundo amor a la compañía que ellos mismos fundaron o que fundaron sus antepasados».
En relación a las fortalezas que acredita la empresa familiar, Moll puso de relieve «su prudencia en la inversión, el sentido de la responsabilidad en su actividad, la visión a largo plazo, la resiliencia en las crisis y la agilidad en la toma de decisiones». El editor afirmó además que la huella a la que alude el título de la obra remite a «la impronta del empresariado familiar como activo imprescindible de la economía para el fortalecimiento del tejido productivo».
En esta misma dirección y dirigiéndose a los empresarios asistentes, el presidente de KPMG en España, Juanjo Cano, confesó admirar su capacidad de superación, su vocación de permanencia, y su forma de vertebrar territorio y generar riqueza y empleo. «Cuando crecéis, no solo crecéis como empresas sino que hacéis crecer otras compañías y las comunidades en las que estáis presentes», agregó.
«Si algo distingue a la empresa familiar es su capacidad para superar las dificultades y mantener la mirada en el largo plazo por complejo que sea el entorno», dijo Cano.
Emprender «una idea, un sueño»
El valor de Los que dejan huella radica en su voluntad de narrar historias de «personas que un día tuvieron una idea, un sueño, y lo emprendieron arriesgando hasta convertirse en lo que son hoy», sentenció Juanjo Cano. «Como la vida misma, han vivido buenos momentos y momentos menos buenos que les permitieron salir
El proyecto permite conocer mejor a personalidades que destacan por su talento y dedicación
Los protagonistas de la obra son «ejemplos a seguir, un camino para los jóvenes», señala Sendagorta
reforzados», añadió.
Andrés Sendagorta, presidente del Instituto de la Empresa Familiar, afirmó que «el destino de una sociedad lo marca su determinación por hacer cosas cada día y, entre los que trabajan en primera línea están las empresas familiares». Sendagorta cree que los protagonistas de Los que dejan huella
son «ejemplos a seguir, huellas que configuran una senda sobre la que las nuevas generaciones pueden poner sus pies para seguir avanzando».
«Debemos estar orgullosos de nuestra contribución a la prosperidad y al desarrollo de nuestro país. España es el segundo país del mundo con mayor peso de la empresa familiar en el PIB privado y ello debería traducirse en un reconocimiento del Gobierno y de la sociedad», agregó.
Los autores, Ana Samboal y Armando Huerta, conversaron sobre el escenario con dos protagonistas de Los que dejan huella:
Ignacio Osborne, expresidente de Grupo Osborne, y Victoria Plantalamor, consejera delegada de Crimidesa. Osborne destacó que las empresas familiares suelen poner el patrimonio por delante de su propio interés particular y señaló como una de sus características la proyección a largo plazo. Plantalamor, por su parte, agregó que una de las grandes fortalezas de la empresa familiar es «creer en las personas». ■