Armengol: «Nadie nos dio una orden, ni nos presionó, ni nos coaccionó»
▶ La presidenta del Congreso se declara «víctima» de la trama cuando gobernaba en Baleares y reprocha al PP que ha «roto todas las líneas rojas»
«Quiero ser clara con esto, ni a mí ni a mi gobierno, nadie, nos dio una orden, ni nos presionó, ni nos coaccionó», sentenció ayer Francina Armengol sobre el contrato que firmó el Govern de las Baleares durante su mandato con la empresa investigada por el caso Koldo. La presidenta del Congreso repitió que son «víctimas» de la trama y que ellos solo remitieron la oferta que les llegó del Ministerio de Transportes (entonces, Ministerio de Fomento) al Servicio de Salud de Baleares, que fue quién analizó la propuesta y contrató. Lo que no aclaró en ningún momento es quién del Ministerio de Transporte, entonces en manos de José Luis Ábalos, se comunicó con su Administración.
Tras dos semanas en el punto de mira del PP, que el lunes llegó a registrar un escrito en el Congreso reclamando su dimisión, Armengol compareció en una rueda de prensa. Si no lo había hecho hasta ahora, dijo, es porque era consciente de su papel neutral como tercera autoridad del Estado. Sin embargo, denunció que los populares han «roto todas las líneas rojas» y de ahí que ayer saliera a dar explicaciones. «Creo que tenemos que retrotraernos a donde estábamos», comenzó, recordando los «momentos absolutamente tremendos y difíciles» que se vivieron en los primeros meses de la pandemia.
Durante aquella época, continuó, todas las administraciones competían por comprar material sanitario y a todos los miembros de su Gobierno le llegaban nombres de empresas o intermediarios que podían suministrarlo. Todos estos nombres eran remitidos al IB-Salut que era quien se ponía en contacto con las empresas, analizaba las ofertas y decidía si se compraba o no. «Jamás en mi vida he dado ninguna instrucción a nadie de mis gobiernos para que contraten a una empresa u otra, porque yo no soy de esas», sentenció.
Lo que no quiso aclarar es quién del Ministerio de Transportes, desde donde se centralizó la compra de mascarillas con la empresa de la trama Soluciones de Gestión y
Apoyo a Empresas, se puso en contacto con su Gobierno. Tampoco qué miembro de su equipo, o si fue ella misma, recibió la propuesta. Lo que sí dejó claro es que nadie les dio una «orden», ni les «presionó» o «coaccionó» para comprar las mascarillas, ni tampoco para retrasar la reclamación de las mismas por no cumplir los requisitos iniciales. En todo momento, Armengol insistió en que el contrato fue realizado por IB-Salut y después fiscalizado.
En esta línea de defensa, su ex número dos en el Govern balear, Iago Negueruela, explicó el lunes a los periodistas que la empresa Soluciones de Gestión y Apoyo a Empresas contaba con una «fiabilidad muy alta» al venir respalda por el Ministerio de Transportes y que por ello se sienten «víctimas de lo que está sucediendo». No obstante, también aseguró no saber quién de dicho ministerio se comunicó con el Govern balear. Eso sí, dejó claro que no recibieron presiones de Ábalos: «No tenía esa capacidad».
La socialista no aclaró quién del Ministerio de Transportes se puso en contacto con el Gobierno balear
Calidad inferior
Tanto Armengol, ayer, como Negueruela, el lunes, desgranaron este contrato de urgencia de 3,7 millones de euros para la compra de mascarillas. La presidenta explicó que nada más recepcionar el cargamento –mascarillas FFP2– fueron analizadas varias muestras por el Instituto Nacional de Higiene en el Trabajo y que se vio que eran de una calidad inferior. Por esto, fueron apartadas y no se emplearon. «¿Alguien puede pensar que el Gobierno de Baleares estaba en ninguna trama cuando nosotros lo que hacemos es analizar esa carga? (...) Me indigna tanto que se intente mancillar el nombre mío y de mi gobierno», dijo.
■