El Gobierno asegura que el pacto para la amnistía está «muy cerca»
El Gobierno nunca ha dudado en público de la aprobación de la ley de amnistía. En privado, sin embargo, no lo tenía tan claro, después de que Junts votase en contra de la norma al considerar que dirigentes como Carles Puigdemont no quedaban lo suficientemente protegidos frente a las instrucciones judiciales. Pero los temores se han disipado. El pacto con los posconvergentes, después de días de intensas negociaciones, está a la vuelta de la esquina.
«Les puedo avanzar que el acuerdo está cerca», anunció ayer la portavoz del Ejecutivo, Pilar Alegría. Pero la cuestión sigue siendo cómo. Junts, hasta ahora, ha insistido en la necesidad de que el terrorismo y la alta traición, delitos por los que está siendo investigado Puigdemont, entren sin condiciones dentro de la medida de gracia. El PSOE siempre se ha opuesto a un movimiento de este tipo. Asegura que abocaría inevitablemente a que el Tribunal Constitucional o la justicia europea tumbaran la ley, ya que iría en contra del derecho comunitario. Y en cualquier caso, los socialistas aseguran que el expresident se beneficiaría del perdón judicial incluso si fuese condenado por terrorismo, ya que este delito sí está contemplado en la ley siempre que no haya existido «intención directa» de vulnerar derechos humanos. «Todos los independentistas catalanes serán amnistiados porque no son terroristas», dijo Pedro Sánchez a principios del mes pasado.
Alegría, tras el Consejo de Ministros, evitó dar pistas. «Más allá de las negociaciones que corresponden a los grupos, lo que les puedo asegurar es que la ley entró impecable en el Congreso y va a salir impecable: constitucional, conforme al derecho europeo y con el objetivo de mejorar la convivencia», explicó la portavoz. Pero distintas fuentes, tanto en el PSOE como en Junts, avanzan que habrá algún cambio en la ley, después de unas conversaciones en las que también ha participado ERC.
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