Los expertos abogan por reducir la carga de horas lectivas en la ESO
«La evidencia es aplastante en que empezar a las ocho en el instituto es malo para el aprendizaje», afirma el investigador en políticas educativas Lucas Gortazar.
Pocas horas antes de que se hagan públicas las medidas propuestas por el grupo de expertos creado por el Departament d’Educació para revertir los «catastróficos» resultados del último informe PISA, que evalúa a los jóvenes de 15 años, el investigador en políticas y reformas educativas en EsadeEcPol, Lucas Gortazar [ padre de la etiqueta «catastróficos»], y el profesor de Sociología Xavier Bonal compartieron ayer su punto de vista sobre la situación en el diálogo Los resultados de PISA en Catalunya: una reflexión pausada sobre nuestro sistema educativo, en el ciclo Actualitat en Cercle que organiza el Cercle d’Economia.
Ambos reconocieron que las diferencias se han ampliado entre buenos y malos estudiantes, entre alumnado vulnerable y alumnado sin problemas socioeconómicos e incluso entre escuelas. «Tenemos un problema entre escuelas, y dentro de las escuelas, con profesorado desmotivado, con resistencia al cambio», abundó Bonal.
En cuanto al impacto de la jornada lectiva en el aprendizaje, Gortazar señaló: «La evidencia es aplastante en que empezar a las ocho de la mañana en el instituto es malo para el aprendizaje», e incluso apostó por reducir la carga de horas de clase en Secundaria. «Somos de los países con más horas lectivas en esta etapa. Iría bien rebajar la presión sobre los chavales, que ahora tienen muchas horas además de muy concentradas», apuntó el investigador, para quien la jornada escolar es una de las grandes batallas que marcará el sistema educativo en los próximos 30 años. La Conselleria d’Educació ha encargado precisamente un estudio para estudiar posibles cambios en este ámbito.
Gortazar hizo especial énfasis en la jornada en Primaria a nivel estatal, que en muchas comunidades es también intensiva. En autonomías como Navarra la iniciativa de volver a la jornada partida está generando verdaderos conflictos entre claustros y familias.
El investigador de EsadeEcPol se refirió a un desajuste entre las expectativas –con las distintas leyes– y lo que está ocurriendo en realidad: «Parece que hay una crisis de confianza. Cuando se pregunta a los directores de los centros cómo ven a su gente, responden que les ven mal. Hay que ver cómo se le da la vuelta a eso».
Al profesor Bonal le llaman la atención los niveles tan bajos de pertenencia al centro y de bienestar de los alumnos, sobre todo por parte del alumnado más vulnerable. «Solo mejoraremos la calidad de la educación si los más desfavorecidos mejoran su rendimiento. ¿Cómo podemos conseguir poner a los mejores profesores en los peores colegios?», matizando que ese peores hace referencia a la complejidad de la composición social de su alumnado.
«Nos lamentamos por PISA –apuntó Bonal–, pero si miramos los resultados de los propios institutos, son peores; hay un porcentaje de alumnado al que PISA no suspende y los institutos sí suspenden». Gortazar señaló la poca flexibilidad del sistema, que explica a la vez la falta de equidad y los pocos alumnos excelentes que hay. E insistió en otra idea: «Estamos en un proceso de cambio, pero seguimos en el mundo viejo. Usar PISA para criticar las nuevas formas de aprendizaje no tiene sentido».
Gortazar no ve tampoco sentido en culpar al catalán de los malos resultados del informe en Catalunya, ya que los datos constatan que la lengua materna no tiene ningún impacto en el resultado, y apuntó que este año por primera vez PISA dejaba elegir la lengua en la que hacer las pruebas y solo el 11,20% del alumnado eligió el castellano (el 88,8% las hizo en catalán).
Y una última reflexión: «Hay grupos de familias que confunden la participación con el intrusismo; y la política también ha dado alas a que muchas afas sean prácticamente empresas de servicios, gestionando comedores y extraescolares», aseguró el profesor Bonal, quien alertó sobre el peligro de los grupos de WhatsApp de padres y el impacto que pueden llegar a tener en la salud mental del profesorado, muy tocada.
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