El alza del gasto en los Presupuestos irá a dependencia, becas y vivienda
▶ El Gobierno espera acelerar un acuerdo previo con los socios para llevar el proyecto al Consejo de Ministros este mismo mes
El Gobierno pone rumbo a los Presupuestos para intentar coger aire en medio de la tormenta por el caso Koldo. Después de pactar con los independentistas la ley de amnistía, el Ejecutivo pretende recuperar la iniciativa desviando el foco de la corrupción a su agenda económica y social. Con el objetivo de registrar el proyecto «cuanto antes» para recuperar el tiempo perdido por el bloqueo de Junts a la medida de gracia, el Gobierno acelera las negociaciones con sus socios y ultima unas cuentas expansivas. Con la atadura de las reglas de gasto, pero el margen por el aumento de ingresos, desde el Ejecutivo avanzan que cuentan con incrementar el gasto social. Al menos, en partidas que consideran prioritarias como vivienda, educación (principalmente en becas) y derechos sociales (dependencia).
Los distintos departamentos están haciendo todavía «ajustes» con Hacienda, pero se espera tener listo el proyecto para llevarlo al Consejo de Ministros este marzo e, inmediatamente después, presentarlo en el Congreso. El paso previo será sellar un acuerdo entre los socios de coalición y garantizar que estos, especialmente, Junts, tienen voluntad negociadora. Esto es, evitar con sus votos que prosperen enmiendas a la totalidad.
«Negociar pieza a pieza»
Desde la Moncloa dan por hecho que así será tras aprobarse ayer en la comisión de Justicia el dictamen sobre la ley de amnistía. Sin embargo, aun facilitando este primer trámite, desde los grupos parlamentarios que apoyaron la investidura ponen en valor que para su aprobación definitiva el Gobierno deberá incluir sus demandas. El expresident Carles Puigdemont apuntaba a través de las redes sociales que ahora «lo que corresponde es negociar pieza a pieza, no dar nada por aprobado y abordar todas las cuestiones, desde los Presupuestos al reconocimiento nacional y el ejercicio del derecho a la autodeterminación».
Todos los votos de los socios son necesarios para sacar adelante el proyecto y estabilizar con ello la legislatura. Más en un momento de debilidad para el Ejecutivo, acosado por el caso Koldo, que incrementa el valor de esta ventana de negociación para no diluir sus reivindicaciones. Ayer, apenas un par de horas antes de aprobarse la amnistía, desde el PNV mostraban su voluntad de dar estabilidad a la legislatura, pero avisando al mismo tiempo que serían exigentes en sus demandas para apoyar los Presupuestos.
«El Gobierno de Pedro Sánchez está necesitado continuamente de negociar con los partidos que le auparon a la investidura», advertía el candidato del PNV a lendakari, Imanol Pradales, durante la presentación de su candidatura en Madrid. «Nosotros ahora estamos centrados en avanzar en el siguiente paso, que es la negociación presupuestaria», añadía, para recordar otros compromisos adquiridos en el pacto de investidura relacionados con el autogobierno. Acuerdos ya cerrados, argumentan desde el PNV, que no formarán parte de la negociación de Presupuestos, donde están poniendo otras nuevas demandas sobre la mesa.
EH Bildu, unas horas después, reclamaba al Gobierno que retirase la rebaja del gravamen a las energéticas a través de una enmienda al decreto anticrisis.
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