El PPE impulsa a Von der Leyen a por un segundo mandato en Bruselas
▶ Los populares europeos designan candidata a la presidenta de la Comisión por amplia mayoría La dirigente marca distancias con la extrema derecha
La presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, salió ayer lanzada a por su segundo mandato como candidata del Partido Popular Europeo (PPE), que según los sondeos defenderá su posición de primera fuerza en los comicios del bloque comunitario del próximo junio. Logró su designación como candidata de los populares por 400 votos, frente a 89 en contra, en el congreso celebrado ayer y el miércoles en Bucarest.
Prácticamente, el único objetivo de la cita era mostrar cohesión en torno a la candidata y aprobar un programa electoral de 25 páginas. En materia migratoria apunta a una especie de modelo Ruanda, en alusión a la fórmula británica basada en acuerdos con terceros países considerados «seguros» para frenar a la inmigración irregular o devolver ahí a los solicitantes rechazados. Es un guiño al electorado más derechista, pese a las distancias que dicen mantener respecto a la ultraderecha.
«Nosotros representamos los valores europeos frente al desafío de los populismos, nacionalismos y demagogos aparecidos entre la extrema derecha o la extrema izquierda (...). Son fuerzas que pisotean nuestros valores, de nombres distintos pero con el mismo propósito, que es la destrucción de nuestra Europa», proclamó Von der Leyen. Entre estos «enemigos» están los «amigos de (Vladímir) Putin», añadió, en dirección a la extrema derecha cercana o que actúa incluso como aliada del líder del Kremlin.
Marcar la línea divisoria respecto a la extrema derecha será uno de los puntales de su campaña, como lo será la apuesta por el rearme y la Defensa europeos, además del compromiso con Ucrania. Presumiblemente pasará de puntillas por el Pacto Verde, que de proyecto «estrella» en su primer mandato ha pasado a convertirse en eje de las protestas del campo europeo. Su idea de transición ha quedado enterrada por varios líderes europeos y por el presidente del PPE, el asimismo alemán Manfred Weber.
Desde su puesto en la presidencia de la Comisión, Von der Leyen ha
El Pacto Verde, proyecto «estrella» de su primer mandato, es ahora el eje de las protestas del campo
ido abandonando la vía centrista, en parte porque esa es la realidad también entre muchos de los 80 partidos integrados en el PPE. El congreso de Bucarest sirvió, además de para proclamarla como candidata única, de escaparate de las distintas corrientes de los populares europeos y de la creciente presencia de los que abandonaron ya el cordón sanitario contra la ultraderecha.
Hablaron ante los delegados líderes en la oposición, como el español Alberto Núñez Feijóo, cuyo Partido Popular gobierna con Vox en comunidades autónomas y ayuntamientos. También lo hizo el primer ministro finlandés, Petteri Orpo, que gobierna con los ultraderechistas Verdaderos Finlandeses, y su homólogo en Suecia, Ulf Kristersson, al frente de una coalición en minoría que depende del apoyo externo de los radicales Demócratas Suecos. Por Forza Italia intervino Antonio Tajani, ministro de Exteriores y segundo en el Gobierno de la ultraderechista Giorgia Meloni.
Ejemplos de lo contrario fueron el primer ministro de Polonia, Donald Tusk, quien ha dejado atrás la era de dominio del ultranacionalista Ley y Justicia (PiS) al frente de una coalición con el centro y la izquierda moderada. O el austríaco Kerl Nehammer, quien gobierna con los Verdes, pero tiene por delante un complejo año electoral, ya que a las europeas seguirán en otoño los comicios nacionales.
Von der Leyen logró la elección como presidenta de la Comisión Europoea en 2019 con apoyos del grupo socialista y de los centristas-liberales. Los sondeos coinciden en que el PPE defenderá su posición de primera fuerza en la Eurocámara, con unos 180 escaños del total de 720. Al grupo de socialistas y socialdemócratas se les pronostica el segundo puesto con unos 140 diputados. Y la lucha por el tercer puesto está entre las dos familias de la ultraderecha o populismo derechista: Identidad y Democracia, en el que están integrados el partido de la francesa Marine Le Pen, la Liga del italiano Matteo Salvini y Alternativa para Alemania (AfD); y Conservadores y Reformistas, el grupo del español Vox, del partido de Meloni en Italia y del PiS ahora opositor en Polonia. El centro-liberal o Renew está en quinta posición.
Tres comicios regionales
Depender del apoyo de la AfD sería altamente tóxico para el bloque conservador del que es originaria Von der Leyen. La CDU/CSU descarta toda cooperación con los ultras a escala nacional o regional. Va en primera posición en intención de voto, pero la extrema derecha le disputa el liderazgo en el este del país. En septiembre hay tres comicios regionales en esa mitad de Alemania y los ánimos conservadores están divididos entre los defensores del cordón implantado con Merkel y los defensores de «abrirse» al diálogo.
De Von der Leyen se dijo que sería la sucesora para Angela Merkel al frente de la familia conservadora alemana. El plan no prosperó pero es la única superviviente identificable con la era Merkel, de quien fue ministra de la Familia, del Trabajo y finalmente de Defensa, puesto del que saltó en 2019 a la UE.
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