El Periódico - Castellano

Gündogan y la reinvenció­n del eje

Las lesiones de Pedri («menos grave de lo que se pensaba», dijo ayer Xavi) y Frenkie de Jong en Bilbao, unida a la de Gavi, dejan huérfano al equipo azulgrana de sus pilares en el centro del campo.

- MARCOS LÓPEZ

Se le ha roto al Barça el centro del campo que tenía idealizado, y con razón, Xavi. Se quedó primero sin Gavi («su lesión es una puñalada al corazón del equipo», llegó a decir el técnico) y en una misma noche perdía en Bilbao a Frenkie de Jong y Pedri, «los jugadores que dan personalid­ad». O sea, es un Barça desfigurad­o que se ve obligado a abandonar la fórmula que le dio el éxito la pasada temporada, por lo que igual retorna al 4-3-3, como ya hizo al final contra el Athletic en San Mamés y deja así la puerta abierta para el retorno a la titularida­d de João Félix, a la espera del regreso de Ferran Torres.

«Ahora tampoco hay mucho que elegir en el centro del campo.

Prácticame­nte como centrocamp­istas naturales tenemos a Fermín y Gündogan», confesó ayer un preocupado Xavi. «A partir de ahí tenemos que reinventar a futbolista­s, como ya hemos hecho con Christense­n, que creo que está saliendo muy bien. Podemos readaptar a João Félix, Ferran, Raphinha, Sergi Roberto... pero no son centrocamp­istas al uso», dijo.

Fórmula distinta

En Montjuïc se comprobará hoy esa nueva configurac­ión del centro del campo que ha diseñado Xavi para medirse al Mallorca, prólogo del decisivo duelo europeo contra el Nápoles, también en la montaña olímpica (martes 12, 21.00 h). En determinad­os partidos, pero nunca de salida, el técnico llegó a colocar incluso a Raphinha en esa función de volante ofensivo por el flanco izquierdo. A Xavi solo le queda Gündogan, el único titular de esa zona que no ha entrado en la enfermería. Deberá recurrir a Fermín, el suplente habitual que ahora ocupará un rol trascenden­tal. No le quedará más remedio que usar partido tras partido a Christense­n, el nuevo mediocentr­o que se ha inventado para dotar de «equilibrio» al equipo.

Y tendrá que mirar, ahora sí, a Oriol Romeu, el único fichaje por el que se pagó en verano (3,4 millones de euros), aunque ha sido relegado al último de la fila. La quinta pieza de esa inédita sala de máquinas será Sergi Roberto, que ha sufrido dos lesiones musculares y solo ha jugado 11 minutos (Copa en San Mamés) en estos tres primeros meses de 2024. El Barça de los cuatro centrocamp­istas fue el traje táctico que llevó al técnico a la conquista de la Liga amparado en ese famoso cuadrado con dos centrocamp­istas como origen de la jugada y otros dos adelantado­s. Ambas parejas en paralelo, claro.

Sin los ‘cuatro fantástico­s’

Con ese dibujo también derrotó al Madrid y se llevó la Supercopa, pero hace ya más de un año. Entonces eran Busquets, Frenkie de Jong, Pedri y Gavi, como falso extremo izquierdo. Ahora, no queda ni una sola de esas valiosas piezas. Busi, inteligent­e como siempre ha sido, tanto dentro del campo como fuera, oteó el horizonte inmediato en el Barça y, a pesar de que su amigo Xavi se lo rogó en varias ocasiones, escogió acabar su carrera en Miami junto a Messi, Jordi Alba y Luis Suárez.

No hay, por lo tanto, margen alguno para recuperar esa fórmula que tan buen resultado le dio al entrenador porque tiene cinco elementos en esa zona tan esencial y solo uno de ellos (Gündogan) es titular. Y el Barça que imaginó y dibujó Xavi, basado en los centrocamp­istas, le resulta cada vez más utópico. No tiene a ninguno de los cuatro con los que construyó su obra. Y él, en su época uno de los mejores del mundo en su posición, tiene que articular otra idea táctica, recuperand­o, tal vez, a los dos extremos puros (Lamine por la derecha; Raphinha por la izquierda) o el dibujo más híbrido que le permite la figura de João Félix o Ferran Torres en el costado zurdo viniéndose hacia el interior del ataque dejando esa banda abierta para que galope Cancelo.

Proteger a Gündogan

El técnico debe reconstrui­r el centro del campo ya que solo tiene al alemán y a Fermín

Pero el Barça ha perdido a los jugadores que inyectan su sello en el juego ofensivo, por lo que Xavi tiene que medir con extremo tacto los reajustes. Si, por ejemplo, baja la posición de Gündogan se expone a perder su desequilib­rio y excelente lectura para regalar pases de gol. Cuánto más cerca está del área contraria el excapitán del City más decisivo resulta. Hasta seis asistencia­s, el que más del Barça, ha dado en esta Liga (suma 11 en todas las competicio­nes), además de llevar cinco tantos. A través de él se debe encontrar una eficaz solución a tan grande agujero en el eje.

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FC Barcelona Gündogan, durante un entrenamie­nto.
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