Las denuncias por violencia sexual ascienden el 33,5%
El conseller Elena dice que una de sus prioridades es persistir en la lucha contra la lacra de las agresiones sexuales, que califica de «grave problema social».
En su comparecencia en el Parlament para presentar los presupuestos del Departament de Interior para este año, el conseller Joan Ignasi Elena apuntó que una de sus prioridades será persistir en la lucha contra las violencias sexuales, a las que define como un «grave problema social». Para ello, el objetivo es actuar en diferentes ámbitos, no solo en entornos de ocio y espacio público, con un protocolo de seguridad específico, sino también en mejorar la atención a las víctimas de violencia sexual. Los datos están ahí: las denuncias por delitos sexuales contra las mujeres ascendieron el 33,5% en Catalunya el año pasado.
A pesar de que la administración catalana es consciente de que la lucha contra la violencia sexual no solo es policial, sino también educativa y social, también sabe bien que puede generar una sensación de inseguridad, apuntalada por el incremento de los casos. De hecho, los Mossos d’Esquadra recibieron 4.401 denuncias por delitos contra la libertad sexual, que incluyen tanto agresiones sexuales como abusos o acoso. La cifra da cuenta tanto de hechos que sucedieron en 2023 como casos de años anteriores que la víctima tardó en denunciar. La violencia sexual –que incluye las violaciones– supone un aumento del 18,1% respecto a 2022, cuando se registraron 3.725 denuncias.
El 86% de las víctimas son mujeres. En este sentido, los Mossos investigaron el año pasado 3.759 denuncias de delitos sexuales específicamente contra mujeres, lo que supone un aumento del 33,5%. Se contabilizaron 4.027 mujeres víctimas, ya que a veces hay más de una denunciante por cada caso.
La radiografía de la violencia apunta a que la mayoría de agresores sexuales denunciados forman parte del entorno cercano a la víctima. Son, por tanto, autores conocidos, como parejas, exparejas, familiares, amigos o gente que forma parte de sus relaciones habituales. La abogada y presidenta de la asociación internacional feminista L’Escola A.C., Nuria González, explica a este diario que, muchas veces, las denunciantes están desamparadas por la ley cuando acusan a sus conocidos.
Desprotección
Muchas veces, las denunciantes están desamparadas por la ley cuando acusan a un conocido
«Si a la exposición a la que se somete a la víctima y la dureza del proceso judicial, en la que se va a poner en duda su testimonio constantemente, le sumamos un agresor conocido en un entorno reducido, la ley no tiene herramienta alguna para ayudar a esa mujer a llegar hasta el final con la denuncia», remarca González, quien considera que con esta desprotección se potencia «la impunidad» del criminal, lo que «hace aumentar el número de violaciones: es el pez que se muerde la cola».
La portavoz de los Mossos, la inspectora Montserrat Escudé, destaca la importancia de la agresión para la «mochila sociobiográfica» de la víctima, ya que no es lo mismo sufrir la violación o el abuso por parte de tu entorno, que puede generar un trauma más profundo en las afectadas, o de un desconocido. ■