Los obispos reconocen «errores» en el recuento de pederastia
El responsable de comunicación de la Conferencia Episcopal, José Gabriel Vera, admitió ayer «errores» y «posiblemente precipitación» en la publicación del informe sobre la pederastia en la Iglesia, Para dar luz, que se publicó en diciembre y en el que se recogen datos y aportaciones de la auditoría encargada por los obispos al bufete Cremades, del informe del Defensor del Pueblo y de las oficinas de atención a las víctimas de las diócesis.
El informe dejó fuera más de 300 casos de abusos recabados por las diócesis y órdenes religiosas, un fallo criticado por las víctimas. Entre otros motivos, porque si la Conferencia Episcopal pretende aprobar un plan de reparación integral, como anunció, en primer lugar debe tener un recuento claro y preciso de afectados. Vera, uno de los autores del informe, admitió que «en diciembre faltaban datos de algunas congregaciones» y hubo «un error muy significativo en alguna institución», aunque aseguró que se ha subsanado, de forma que la nueva actualización eleva los casos reconocidos de 806 a 1.057.
Vera reconoció, además, que la publicación del recuento «posiblemente» fue «precipitada», pero argumentó que, cuando se difundió, la Conferencia Episcopal «no sabía que faltaban datos». A partir de ahora, dijo, la intención es hacer una «edición anual» del informe para recoger en él los nuevos casos que les vayan llegando. En 2023, según detalló a su vez el secretario general de la CEE, César García Magán, se han recogido los testimonios de 155 personas en las oficinas de abusos, que se suman a los 728 incluidos con anterioridad.
García Magán aseguró que el baile de cifras y las distintas actualizaciones no se realizan con el ánimo de «manipular», sino que «cada dato nuevo es añadido para hacer un informe más preciso». El análisis Para dar luz se difundió en diciembre, justo cuando se iba a hacer pública la auditoría de Cremades.
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