Genoveva Casanova declara la guerra a la prensa
Genoveva Casanova ha reaparecido. Lo último que sabíamos de ella es que estaba escondida en casa de su ex, Cayetano Martínez de Irujo, esperando que pasara todo el huracán que supuso su paseo por El Retiro con el ahora rey de Dinamarca, Federico X.
Su regreso no ha sido discreto. Lo ha hecho para incorporarse al mundo laboral, del que llevaba bastante tiempo alejada (alejada como eufemismo de ni tiene trabajo ni se le conoce interés por tra
bajar más allá de vender reportajes a la revista Hola y pasearse por los photocalls a golpe de talonario). Será concursante de la nueva edición de El Desafío (Antena 3). Cuentan sus allegados que se tira aún de los pelos cuando piensa en cómo negoció su contrato. Este se produjo antes de las fotografías con el rey Federico y, por lo tanto, su nombre no era tan primera espada como lo es ahora. Es de los personajes más esperados, pero no ha sido de los fichajes más caros. Los tempos no han favorecido a Genoveva. ¡Mala suerte, chica!
Su vuelta al trabajo llega acompañada de dos ridiculeces. La primera, entrar en los rodajes de Antena 3 tapada con una manta. Desde la época de Julián Muñoz saliendo de Cantora que no recordamos mayor fantochada. Y la segunda, la demanda a la revista Lecturas. Lo avanzaba Beatriz Cortázar: Genoveva presentará, en breve, dos demandas. Serán tan innovadoras que según parece no tendrán que ver con el honor ni la intimidad. Entonces, ¿estará relacionada quizás con los derechos de imagen? Esto sí que no lo habíamos escuchado nunca. Lo que sí sabemos es que tendrá relación con los ingresos que ha conseguido la revista con su reportaje.
Hasta ahora los famosos se revolvían reclamando su derecho al honor o a la intimidad. Por ejemplo, Mariló Montero ha hecho historia ganando la batalla contra dos paparazzi que la fotografiaron en toples en una playa de Bora Bora. Nueve años de lucha que acabaron con una sentencia pionera. Gustavo González y Diego Arrabal, los autores de las fotos en cuestión, han sido condenados a 10 meses de prisión, ocho de inhabilitación y 1.400 euros de multa. Lo de la cárcel y la inhabilitación, un pelín exagerado, para qué nos vamos a engañar. Ya han anunciado que recurrirán. Pero de entrada, Mariló, que no quiere hablar más del tema y que ha asegurado a las Mamarazzis que solo quiere pasar página, ha hecho historia.
Parece que Genoveva quiere lo mismo pero cobrando, por supuesto. Lo que debería saber Genoveva es que pasear con un Rey casado por El Retiro es una noticia que merece ser portada. Lo que debería saber Genoveva es que la revista Lecturas midió cada palabra que escribió en el texto. Y lo que debería saber Genoveva es que su demanda huele más a venganza personal que no un intento de buscar no sabemos qué tipo de justicia. Los gastos de este entramado correrán a cargo de Cayetano Martínez de Irujo; él con ganas siempre de solucionarlo todo a golpe de sable, pero, para su desgracia, ha nacido en el siglo XX y no en la época medieval, así que su espada seguirá envainada.
Nos preguntamos las Mamarazzis, ¿demandarán también a los medios daneses que la han comparado con Corinna? ¿Demandará a los periodistas de Dinamarca que la apodan cazafor
tunas? Apostamos que no.
■