Gaza se asoma atemorizada a un Ramadán sin tregua
▶ Toda la región se encuentra en alerta por riesgo a una escalada de alto nivel
Los musulmanes de todo el mundo coinciden en una sola esperanza para este Ramadán: que la guerra de Gaza termine. Este año, al avistar la luna creciente que da inicio al mes sagrado del Islam, entre el hoy y el mañana, las oraciones tendrán un mismo destinatario.
Todo este periodo de reflexión y caridad se centrará en los palestinos de la Franja de Gaza. Mientras miles de ciudadanos alrededor del globo romperán el ayuno cada día con una copiosa cena a la caída del sol, en el enclave palestino, los gazatís ya mueren de hambre tras más de cinco meses de asedio israelí. La intensificación en las últimas semanas de las conversaciones entre las partes, mediadas por Catar y Egipto, no ha traído el ansiado alto el fuego a la asfixiada población de Gaza.
El Ramadán se caracteriza por ser un período de mayor adoración, caridad y buenas obras. Además, implica grandes encuentros familiares. Pero, en la Franja, la guerra de Israel y la falta de alimentos ya han forzado a la población a ayunar desde hace semanas. A su vez, prácticamente todas las familias deberán enfrentarse a más de una silla vacía en la mesa, ya que la agresión israelí ha provocado la muerte de al menos 30.878 palestinos. El 70% de las víctimas mortales son mujeres y niños.
Temores regionales
El colapso de las negociaciones que se marcaron como fecha límite el inicio del mes de ayuno ha puesto en mayor alerta a toda la región.
Desde el ataque de Hamás del 7 de octubre, que acabó con la vida de 1.139 israelís, la violencia se ha extendido por todo Oriente Próximo con escaramuzas diarias en el sur del Líbano, bombardeos en Siria e Irak, y enfrentamientos en el mar Rojo frente a las costas de Yemen. Pero si continúan los ataques sobre Gaza en pleno mes sagrado, supuesto tiempo de paz y tolerancia, hay un riesgo aún más elevado de que la región acabe de arder. El presidente de EEUU, Joe Biden, ya alertó esta semana que se podría llegar a una situación «muy, muy peligrosa» si no se llegaba a un acuerdo antes del Ramadán.
Las advertencias de los israelís así lo indican. El mes pasado, el miembro del gabinete de guerra Benny Gantz dijo que Israel iniciaría las operaciones terrestres en Rafah, en el extremo sur de Gaza, si los rehenes restantes no eran liberados antes del inicio del mes sagrado musulmán. Un millón y medio de palestinos desplazados se han refugiado en tiendas de campaña en esta localidad fronteriza con Egipto. Muchas organizaciones humanitarias han alertado de que la entrada de las tropas israelís en Rafah provocaría un «baño de sangre».
Choques en las negociaciones
Conscientes de estos riesgos, los mediadores internacionales esperaban una tregua a tiempo para el Ramadán. Aunque no se descarta que las negociaciones continúen durante el mes sagrado, al cierre de esta edición no ha habido avances. El marco del posible acuerdo incluye un alto el fuego de seis semanas durante las cuales Hamás liberaría a alrededor de 40 rehenes israelís que siguen en cautiverio. A cambio, Israel excarcelaría a los presos palestinos de sus cárceles, donde muchos permanecen sin haber pasado por un juicio ni una acusación formal. Este período de cese de hostilidades permitiría la entrada de más ayuda humanitaria para paliar las catastróficas condiciones en las que viven los 1,9 millones de gazatís desplazados. ■