Bayona, a un escalón de la gloria
El primer director español que consiguió un Oscar a la mejor película extranjera fue Luis Buñuel, en 1972, con El discreto encanto de la burguesía, un filme de producción francesa. Desde entonces, pocos cineastas han conseguido el preciado galardón. Diez años más tarde, José Luis Garci, con Volver a empezar y, diez años después, Fernando Trueba, con Belle Époque. En 1999, el famoso grito de Penélope Cruz encumbró a Pedro Almodóvar por Todo sobre mi madre, y en 2004 el drama de Mar adentro dio la estatuilla a Alejandro Amenábar. La próxima madrugada, en el Dolby Theatre de Los Ángeles, en la 96ª edición de los Oscar, un chico nacido en Trinitat Vella y formado en la ESCAC (Escola Superior de Cinema i Audiovisuals de Catalunya), podría engrosar la lista, 20 años después del último éxito del cine español.
Juan Antonio Bayona (Jota) ha conseguido que La sociedad de la nieve aspire al premio internacional y también al de mejor maquillaje y peluquería, con una película que va más allá de los estándares con los que se presentaba la cinematografía hispana hasta ahora. Las cintas que hemos citado tienen una característica común, la de retratar historias más o menos locales, íntimas o sentimentales con escenarios reducidos y, en muchos casos, cerrados o claustrofóbicos.
La sociedad de la nieve, por el contrario, destaca por ser una producción de gran envergadura, del brazo de Netflix y con un verdadero despliegue de medios. Basta con ver el making of para darse cuenta de la magnitud de la aventura de Bayona. La historia de los chicos que sobrevivieron a la tragedia de los Andes (justo el año en que Buñuel triunfaba en los Oscar), el accidente del vuelo 571 de la Fuerza Aérea Uruguaya y la posterior lección de coraje, de «cómo en los momentos en los que nos sentimos abandonados tenemos que unirnos y darnos a los demás» (como ha declarado el propio director), tiene tras de sí una tremenda elaboración no solo a nivel estrictamente narrativo, cinematográfico y de interpretación, sino también en cuanto a los medios técnicos y humanos puestos al servicio de un relato trepidante.
Bayona, que ya estuvo a punto de conducir a Naomi Watts a un Oscar con Lo imposible, es seguramente el director español que más se ha adentrado en el concepto de industria del cine a gran escala. Con una carrera fulgurante desde El orfanato, se ha puesto al frente de proyectos como Un monstruo viene a verme, la citada Lo imposible o el Jurassic World producido por Steven Spielberg, además de las primeras entregas de la serie derivada de El señor de los anillos. En el caso de La sociedad de la nieve vuelve a rodar en español y tendrá que vérselas con las favoritas: la intimista Perfect days de Wim Wenders o la inquietante La zona de interés de Jonathan Glazer, aunque se ahorrará competir con Anatomía de una caída, sorprendentemente olvidada por la academia francesa y que, aun así, aspira al Oscar a mejor película.
Vuelve el glamur de Hollywood, pero esta vez, además, con propuestas de altísimo nivel, con la favorita Oppenheimer a la cabeza, y con aspirantes tan notables como la antirracista Los asesinos de la luna o como la surreal Pobres criaturas. Sin olvidar, por supuesto, otra producción de raíz catalana, Robot Dreams, de Pablo Berger, nominada como mejor película de animación.
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DIRECTOR:
El nivel de producción de ‘La sociedad de la nieve’ va más allá de las anteriores ganadoras españolas del Oscar
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