Los 5 factores que pueden extinguir a una especie
Un análisis de la Universidad de Oxford determina cómo el calentamiento global, las temperaturas extremas y la distribución de las especies afecta a su supervivencia.
En estos momentos hay más de un millón de especies de animales y plantas que están entre la espada y la pared. La espada es la actividad humana. Y la pared es el avance de la crisis climática. Hasta ahora, mucho se ha indagado en los diferentes factores que han contribuido a afilar la espada pero poco se ha hablado de cómo la pared se está haciendo cada vez más puntiaguda. Ahora, un estudio liderado por la Universidad de Oxford ha logrado determinar cuáles son los cinco principales factores climáticos que están empujando a miles de especies al borde de la extinción.
La investigación, publicada el pasado jueves en la revista Science, ha indagado en todos los factores que aumentan la vulnerabilidad de las especies ante las inclemencias climáticas y que, eventualmente, podrían acabar provocando su desaparición. Para ello se han utilizado más de 290.000 registros fósiles de más de 9.2000 géneros. Sobre todo, erizos de mar, caracoles y mariscos de los últimos 485 millones de años. Paralelamente también se ha creado un modelo climático para estudiar el impacto de este fenómeno en otras especies actuales. Según explican los expertos que han liderado este trabajo, la combinación de estos métodos permitió estudiar en profundidad los factores que más han contribuido (y más contribuyen) al riesgo de extinción.
Cinco factores
Los análisis apuntan a que el primer factor son los cambios de temperaturas extremos. Sobre todo, cuando superan los siete grados centígrados. Los animales que viven en ecosistemas donde se experimentan estos cambios, ya sea de forma brusca o progresiva, son más vulnerables a la extinción. El segundo factor de riesgo también tiene que ver con los termómetros pero, en este caso, más con las especies que viven en climas extremos como los osos polares y que necesitan de ciertas condiciones para sobrevivir.
El tercer factor, y el que, según los expertos, más peso tiene dentro del cómputo total, es la distribución geográfica de las especies. Los animales y plantas que solo subsisten en regiones muy concretas son las que se enfrentan a un mayor peligro de desaparición ya que si su hábitat deja de ser habitable no tienen margen de escapatoria. El cuarto factor es el tamaño en sí de las especies, ya que se ha observado que las más pequeñas tienen menos capacidades de adaptarse que las grandes. Y el quinto es la acumulación de todos los anteriores.
«La biodiversidad global enfrenta un futuro angustioso. Los resultados de este trabajo deberían ayudarnos a enfocar mejor las medidas de conservación para proteger a las especies más vulnerables», comenta
Erin Saupe, profesora del departamento de Ciencias de la Tierra de la Universidad de Oxford y primera autora de este trabajo. «Los resultados de este trabajo deberían actuar como una dura advertencia para la humanidad, ya que imprudentemente seguimos alimentando el cambio climático mediante la quema de combustibles fósiles», añade Dan Lunt, experto de la Universidad de Bristol y coautor de este trabajo.
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«Estos resultados deberían ayudar a enfocar mejor las medidas de conservación»