El sábado fue la jornada que más llovió en los últimos seis meses
Las precipitaciones caídas entre el viernes y el sábado en Catalunya, inmersa en un duro episodio de sequía, dejaron cerca de cien litros por metro cuadrado en el Montseny y hasta medio metro de nieve nueva en zonas del Pirineo y Prepirineo, donde muchas de las estaciones de esquí han asegurado así su apertura en Semana Santa.
El sábado fue, según el Servei Meteorològic de Catalunya (Meteocat), el día más lluvioso del último medio año, aunque destaca que «no fue un episodio excepcional», pero sí relevante por la situación crítica que viven los embalses.
Esperar unos días
Los pantanos de las cuencas internas del norte de la comunidad han notado ligeramente los efectos de las precipitaciones. En la mayoría se ha frenado el descenso continuado de los niveles de reserva de agua, pero el incremento en su conjunto ha sido mínimo.
De hecho, según la actualización de l’Agència Catalana del Aigua (ACA), las reservas de las cuencas internas de Catalunya ayer (14,46%) están al mismo punto que el jueves (14,47%), incluso una décima por debajo que antes del temporal. Para poder ver cambios significativos se debe esperar unos días para que baje toda el agua de los ríos acumulada en estas dos jornadas de precipitaciones.
El pantano de Sau registró un aumento de casi el 1% de agua gracias a la subida del caudal del río Ter –que el sábado se multiplicó por diez con respecto a dos días antes–, pero en los próximos días, y a medida que esta agua llegue al embalse, se espera un incremento mayor. No es gran cosa, pero cambia la tendencia a la baja de las reservas hídricas. Además, buena parte de la precipitación en el Ripollès y el Berguedà ha sido en forma de nieve, los que supone un gran reservorio que servirá para que los ríos continúen abocando agua a los embalses del Ter-Llobregat.
■