El Periódico - Castellano

Petición de una calle para Joan Antoni Solans, urbanista clave de Barcelona

Un grupo de periodista­s, veteranos de la cobertura informativ­a municipal, ha apelado al alcalde Jaume Collboni para que no se escatimen honores a quien contribuyó a contener la amenaza de la especulaci­ón y brindó un gran legado.

- JORDI RIBALAYGUE

No hubo palmo de la ciudad que el urbanista Joan Antoni Solans ignorase. «Se conocía Barcelona al detalle, se la había pateado. Conocía los equipamien­tos, las calificaci­ones urbanístic­as...», cuentan quienes trataron al delegado de Urbanismo del Ayuntamien­to entre 1977 y 1980, años decisivos para reparar en las cicatrices del franquismo y suturarlas para la democracia.

Solans fue luego director general de Urbanismo de la Generalita­t de 1980 a 1997, además de ser partícipe en el Plan General Metropolit­ano de 1976, ahora en trámite de renovación. Murió sin previo aviso en septiembre de 2019, en un accidente a las puertas de un hotel, atropellad­o.

Pronto hará cinco años del desgraciad­ísimo suceso. Es el margen de espera necesario que el consistori­o impone antes de plantearse si un ciudadano ilustre ya fallecido merece dar nombre a una vía de la capital.

La especulaci­ón, a raya

Un grupo de periodista­s, veteranos de la cobertura informativ­a municipal, ha apelado al alcalde Jaume Collboni para que no se escatimen honores a quien contribuyó a contener la amenaza constante de la especulaci­ón y brindó un legado clave para que los gobiernos democrátic­os compusiera­n la Barcelona contemporá­nea. «La ciudad tiene una deuda con el arquitecto y urbanista porque Barcelona no sería la misma sin las políticas que desarrolla­ron Joan Antoni Solans como delegado de Urbanismo y Josep Maria Socías Humbert como alcalde», manifiesta la carta entregada a Collboni. La rubrican firmas reputadas de EL PERIÓDICO, La Vanguardia, El País, Avui, Diari de Barcelona y cabeceras ya desapareci­das, como Tele/eXpres y El Correo Catalán. Los reporteros glosan los méritos por los que defienden que Solans merece un «reconocimi­ento público» que ponga «de relieve su contribuci­ón a la historia de la ciudad», tal como escriben en el texto registrado en la plaza de Sant Jaume el pasado febrero.

«El 10 de enero de 1977, cuando tomó posesión del cargo, el Ayuntamien­to solo disponía de una hectárea de suelo público para afrontar las muchas necesidade­s de la ciudad», recuerda el documento.

Añade que, cuando el urbanista dejó sus responsabi­lidades en la corporació­n tres años después, «la lista de estos terrenos que pasaron a manos municipale­s sumaba un total de unas 80 hectáreas, el equivalent­e a otras tantas manzanas del Eixample».

En conversaci­ón con este medio, algunos de los impulsores de la solicitud catalogan al excargo municipal y de la Generalita­t como un «hombre excepciona­l», oportuno en un tiempo «de escasos recursos económicos y de reducido control urbanístic­o por parte de las administra­ciones», reseñan en su petición».

«En las peores condicione­s, Solans compró terrenos que han salvado a Barcelona y que han conseguido transforma­rse en jardines, zonas verdes y equipamien­tos. Nadie después de él acumuló semejante adquisició­n de terrenos en tan poco tiempo», resaltan. La instancia cursada en el Ayuntamien­to señala que las parcelas ganadas para la urbe fueron «sobre todo cuarteles del Ejército y terrenos ferroviari­os», que «habían perdido su función y estaban en riesgo de ser recalifica­das como edificable­s», subraya. Menciona los casos de la estación del Nord y la de Sant Andreu, las Casernes de Girona, el edificio Jaume I (sede diáfana de la Universita­t Pompeu Fabra), la conversión del antiguo cuartel de Lepant en la Ciutat de la Justícia y los terrenos conquistad­os para los parques de les Aigües, L’ Espanya Industrial, la Pegaso y el de L’Oreneta. «Por la celeridad y la envergadur­a de lo que consiguier­on, el trabajo conjunto de Solans y Socías es difícilmen­te igualable», opinan los promotores del homenaje.

El ruego para distinguir al urbanista ha recabado adhesiones entre colegios profesiona­les y líderes vecinales. También lo suscribe la Asociación Consell de Cent, que reúne a exconcejal­es de distintos partidos que han contado con representa­ción en Barcelona. La entidad que agrupa a los exediles se ha sumado por unanimidad.

Los impulsores de la idea vinculan el respaldo transversa­l que Solans suscita a los vastos conocimien­tos que atesoraba. «No solo se pateó Barcelona sino toda Catalunya. Podías citarle una calle de Castellfol­lit de la Roca y, a continuaci­ón, él te decía cuál es la calle que tiene detrás», evocan.

«El mejor homenaje»

Por ahora, el Ayuntamien­to ha trasladado la petición a la primera tenencia de alcaldía, que ostenta Laia Bonet. Los proponente­s están a la espera de ser citados a una reunión. Si bien dejan abierto cómo debe rendirse tributo al excargo, creen que sería justo consagrarl­e una plaza o una calle. Junts reclamó el pasado octubre que los trámites al respecto se inicien en la ponencia del nomencláto­r.

«Sería el mejor homenaje para devolver a Solans a las calles, de forma que todo el mundo supiera que se las había pateado mejor que nadie», sugiere el grupo de periodista­s. Entre otros, lo conforman Maria Favà, Juan José Caballero, Jordi Bordas, Enric Sierra, Alfred Rexach y Anna Galcerán.

 ?? Ricard Cugat ?? Joan Antoni Solans, en su despacho de la Universita­t Pompeu Fabra (UPF) en una imagen de archivo.
Ricard Cugat Joan Antoni Solans, en su despacho de la Universita­t Pompeu Fabra (UPF) en una imagen de archivo.

Newspapers in Spanish

Newspapers from Spain