Del negro al corte sirena
Siguiendo la tendencia, el negro invadió los vestidos de las estrellas. También triunfaron los cortes sirena, con faldas rematadas en cola, y se recuperaron viejos estilos. Seleccionamos algunos de los mejores estilismos.
EMMA STONE, DE LOUIS VUITTON.
Como si de una sirena glamurosa se tratara, con un vestido de falda péplum color aguamarina personalizado por su firma de cabecera, Louis Vuitton, Emma Stone llegó radiante a la gala de los Oscars. El suyo era uno de los modelos más originales de la noche, y no solo por el tono, también por la combinación de top tipo corsé sin tirantes con original detalle péplum y una falda hasta el suelo. Las dos piezas con grabados intrincados con dibujo de concha.
ANYA TAYLOR-JOY, DE DIOR.
No estaba nominada en esta ocasión, pero aun así Taylor-Joy, que ejercía de presentadora, se alzó como una de las mejor vestidas de la noche, con un diseño de alta costura de Dior, y joyas de Tiffany & Co. Según explicó ella misma sobre la red carpet, el diseño se inspira en El nacimiento de Venus, de Sandro Botticelli. La pieza joya gris plateada presentaba una falda voluminosa cubierta con capas de brillantes solapas en forma de pétalos, un guiño al icónico vestido Junon que Christian Dior diseñó en su colección Otoño/Invierno 1949-1950.
EMILY BLUNT, DE SCHIAPARELLI.
La estrella femenina de Oppenheimer, Emily Blunt, se decantó por un vestido dorado de
Schiaparelli con unos tirantes efectistas y flotantes que desafiaban a la gravedad y que daban un toque extraño al diseño. Lo combinó con zapatos Alexandre Birman, un bolso de mano de Judith Leiber y joyas de Tiffany & Co.
SANDRA HULLER, DE SCHIAPARELLI.
La actriz alemana Sandra Huller (nominada como mejor actriz por su interpretación en Anatomía de una caída) optó por un modelo hecho a medida de Schiaparelli (su mítica insignia del ojo de cerradura lucía en el broche del escote), que le encajaba como un guante. De corte sirena y escote palabra de honor con volúmenes de alas de mariposa a la altura del pecho, enmarcando las clavículas.
BILLIE EILISH, DE CHANEL.
Las redes sentenciaron que la joven ídolo de la Generación Z se parecía mucho a la actriz mexicana Verónica Castro, la de la telenovela de Los ricos también lloran, con ese conjunto de colegiala con top blanco, chaqueta negra y falda lápiz de tweed de Chanel. La artista, que aspiraba a su segundo Oscar, llevaba un pin rojo en muestra de su apoyo a la campaña de #Artists4Ceasefire, por un alto el fuego inmediato y permanente en Gaza.
ZENDAYA, DE ARMANI PRIVÉ.
La actriz de Dune no arriesgó tanto en los Oscar como en las premieres del filme de Denis Villeneuve, donde ha rescatado piezas-joyas históricas de Mugler o de Gaultier. Para la gala más importante del mundo del cine, Zendaya, que ejerció de presentadora, se dejó asesorar de nuevo por su estilista, Law Roach, que la vistió con un modelo de Armani Privé, bicolor en rosa y gris de corte sirena hasta el suelo, con efecto mojado. La mitad del vestido en rosa llevaba unos pliegues que subían hasta uno de los hombros, en contraste con el otro lado, de lentejuelas grises que formaban palmeras tropicales. Muy old Hollywood.
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El modelo de Emma Stone, de Louis Vuitton, fue uno de los más orginales de la velada Zendaya no arriesgó tanto en la gala como en las ‘premieres’ de Dune: Parte 2’