El Periódico - Castellano

Los Mossos cargan para evitar que los sindicatos de prisiones ocupen Justícia

Más de 200 personas participan en la protesta ante la sede de la conselleri­a para reclamar mejoras en la seguridad de los centros penitencia­rios.

- G. G

Polémica protesta en Barcelona por el asesinato de una cocinera de la prisión de Mas d’Enric en Tarragona a manos de un interno que después se suicidó. Los sindicatos penitencia­rios catalanes convocaron ayer una protesta ante la sede del Departamen­t de Justícia para reclamar mejoras en la seguridad de los centros para evitar incidentes como el de Mas d’Enric. Durante la concentrac­ión, los manifestan­tes intentaron entrar dentro del edificio y los Mossos d’Esquadra se lo impidieron.

En los forcejeos se vivieron momentos de tensión y los Mossos d’Esquadra cargaron para evitar que los trabajador­es penitencia­rios entraran por la fuerza en Justícia. Más de 200 personas participar­on en esta protesta por la muerte de una cocinera. Entre los manifestan­tes, todos personal de las cárceles catalanas, se escucharon insultos, se pidió la dimisión de la consellera Gemma Ubasart y del secretario de Medidas Penales, Amand Calderó, y se lanzaron proclamas como «consellera dimisión» y «consellera asesina», además de lanzar petardos.

Algunos de los trabajador­es lanzaron huevos y otros objetos contra la sede de Justícia y contra la policía. Otros se cubrieron las palmas de las manos con pintura roja y las estamparon en la fachada de cristal del departamen­to.

Los agentes se vieron desbordado­s en una de las puertas del edificio y requiriero­n la ayuda de los vigilantes de seguridad. Cuando llegó la unidad antidistur­bios, empezaron las cargas contra los trabajador­es. Este fue el principal momento de tensión.

«Acceso» a cuchillos

Los sindicatos UGT, CCOO, IACCATAC, CSIF, ACAIP y la Intersindi­cal habían convocado esta protesta al mismo tiempo que se guardaba un minuto de silencio en todas las cárceles catalanas. Los representa­ntes de los trabajador­es penitencia­rios expresaron su indignació­n ante la «línea roja» traspasada por este crimen en Mas d’Enric.

Atribuyen esta muerte a la falta de medidas de seguridad y al in

cremento de la violencia en los últimos años en las cárceles, ya que muchos internos tienen enfermedad­es mentales y adicciones y no se adaptan a la vida en prisión ni respetan la autoridad. Por eso, los sindicatos reclaman más plantillas, más herramient­as para reducir a los presos agresivos, como espráis, y ser considerad­os agentes de la autoridad.

Además, los representa­ntes de los trabajador­es lamentaron la reacción de la conselleri­a a raíz del crimen de este miércoles, ya que «únicamente enviaron un mensaje por redes» en el que se hablaba de «dos muertes violentas» sin diferencia­r entre la cocinera asesinada y el preso que la mató y luego se suicidó, según Acaip.

Todos los sindicatos pidieron cambios en la cúpula de Justícia. Xavier Martínez, de UGT Presons, aseguró que el modelo penitencia­rio catalán falla, ya que «no puede ser que un preso con una condena por asesinato esté ubicado en un destino donde tiene al alcance cuchillos. Estamos abocados a un incremento de agresiones a funcionari­os».

Alberto Gómez, de CSIF, también remarcó que la gestión de la insegurida­d en las prisiones y del crimen de este miércoles por parte de Justícia fue «nefasta». Por este motivo, pide cambios estructura­les en el sistema penitencia­rio catalán para garantizar la seguridad y el control. Por su parte, Mireia Herrera, de IAC-CATAC, pidió «responsabi­lidades penales por abandono del servicio público» a los dirigentes del departamen­to. ■

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Quique García / Efe Imagen de la concentrac­ión, ayer.

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