Bruselas asigna 500 millones para producir munición
▶ La Comisión subvencionará 31 proyectos, dos de ellos de la española Rheinmetall Expal
La Comisión Europea empieza a concretar su apoyo a la industria europea de la defensa con vistas a acelerar y aumentar la capacidad de producción de munición. Ayer confirmó la asignación de 500 millones de euros a 31 proyectos desarrollados en 15 países de la UE y Noruega, entre ellos dos de la empresa española Rheinmentall Expal, por valor de 23,8 millones de euros. El objetivo: fabricar para finales de año 1,7 millones de proyectiles y superar los 2 millones para finales de 2025.
«Es la primera vez que utilizamos el presupuesto de la UE para apoyar las capacidades de producción industrial de defensa. Sin precedentes. La señal que enviamos es clara: Europa está dispuesta a producir más, más rápidamente y juntos como europeos», destacó en un comunicado el comisario de Mercado Interior, Thierry Breton. «Se trata de pasos importantes para invertir más, mejor, juntos y europeos», añadió la vicepresidenta Margrethe Vestager.
Los proyectos seleccionados abarcan cinco ámbitos –explosivos, pólvora, proyectiles, misiles y certificación de ensayos y reacondicionamiento–, aunque el principal cuello de botella en la cadena de suministro afecta la producción de pólvora y explosivos, esenciales en fabricación de los proyectiles. A estos dos elementos se les asignarán tres cuartas partes del programa. La española Rehintemall Expal dispondrá de 19,06 millones para la fabricación de pólvora y otros 4,75 millones para la producción de ensamblajes de proyectiles.
Según los cálculos de Bruselas, los 513 millones de euros del presupuesto europeo asignados permitirán movilizar, por medio de cofinanciación, un total de 1.400 millones y se esperan que los acuerdos de subvención con las empresas seleccionadas se firmen en mayo.
Triángulo de Weimar
El anuncio de que se adquirirán más armas y munición para Ucrania y que se emplearán para ello los bienes congelados de Rusia, por parte del alemán Olaf Scholz, y la garantía de que Occidente «no tomará la iniciativa para una escalada», por parte del francés Emmanuel Macron, fueron las conclusiones de la cumbre del llamado Triángulo de Weimar ayer en Berlín. La fecha elegida para la cita entre los líderes alemán, francés y el polaco Donald Tusk, los tres países del grupo, era más que estratégica. Coincidía con el primera jornada electoral en Rusia y su propósito era zanjar sucesivos desencuentros del eje franco-alemán.
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