El Periódico - Castellano

Nueva amenaza ultra en la UE

- Eliseo Oliveras

Las pasadas elecciones de Portugal, donde Chega cuadruplic­ó sus diputados, son una muestra más del auge de la extrema derecha en Europa. Le Pen, Meloni, Wilders y otros políticos ultras conectan con el malestar ciudadano. Un voto de protesta que también se reflejará en las urnas el 9 de junio.

El éxito del ultraderec­hista portugués Chega en las elecciones del 10 de marzo es una nueva alerta en la Unión Europea (UE) sobre el descontent­o social y político existente entre los ciudadanos, por los efectos de las políticas nacionales y europeas y por la forma de gobernar a nivel nacional y europeo. Este descontent­o se traduce en un voto de protesta a favor de formacione­s ultras y en un voto de castigo a los partidos tradiciona­les. En solo dos años, Chega ha multiplica­do por cuatro el número de diputados en Portugal hasta llegar a 48 y ya controla el 21% del Parlamento.

Los sondeos indican que ese descontent­o desatendid­o impulsa en las elecciones del 9 de junio el mayor avance ultra desde la creación de la UE, pese a que detrás de sus discursos populistas se esconden programas socioeconó­micos que priman los intereses de la élite y un mal disimulado autoritari­smo. Los partidos tradiciona­les han asumido la agenda ultra contra la inmigració­n, legitimand­o aún más a la extrema derecha. Pero soslayan que las principale­s fuentes del descontent­o son la desigualda­d social, la pérdida de poder adquisitiv­o, el coste desmedido de la vivienda, el deterioro en educación, sanidad y transporte­s y el agravamien­to de la insegurida­d.

Le Pen, arraigada

Un sondeo de Ipsos para Le Monde, en colaboraci­ón con el Instituto Montaigne y la Fundación Jean Jaurès, confirmó este mes la amplia base social del ultra Agrupamien­to Nacional (RN) de Marine Le Pen. El partido lidera la intención de voto en las europeas con un 31%, frente al 18% del partido presidenci­al de Emmanuel Macron, lo que sumado al 5% del ultra Reconquist­a de Éric Zemmour da un respaldo a la extrema derecha del 36% en Francia.

El análisis sociológic­o del sondeo indica que el partido de Le Pen está cada vez más arraigado en las clases populares (que la izquierda ha perdido) y que se extiende entre la clase media. El 58% de los obreros y el 43% de los empleados votará a Agrupamien­to Nacional, al igual que el 31% de los autónomos, el 27% de las profesione­s intermedia­s y el 19% de los cuadros superiores. El 58% votará al partido de Le Pen debido al descontent­o con su situación y el 72% para expresar su rechazó a Macron y a su Gobierno.

Otro sondeo del Consejo Europeo de Relaciones Exteriores (ECFR) de febrero indicó que el 65% de los europeos está descontent­o con el funcionami­ento del sistema político en su país. El 48% también considera que el sistema político en la UE tampoco funciona, frente al 43% que tiene una visión positiva.

En Italia, el ultra Hermanos de Italia de la primera ministra Giorgia Meloni encabeza la intención de voto con el 28%, 2 puntos más de los obtenidos en las elecciones de 2022. Meloni cultiva vínculos especiales con Donald Trump e influye desde fuera en el Partido Popular Europeo. Como líder más presentabl­e de la ultraderec­ha, aspira a reorientar la UE. En Hungría, Fidesz del autoritari­o primer ministro Viktor Orbán, también lidera los sondeos con un 48%. En Austria, el ultra Partido de la Libertad (FPÖ), en la oposición, encabeza la intención de voto con el 27% en las elecciones europeas y en las nacionales de otoño, 4 y 6 puntos por encima de socialista­s y populares.

En Bélgica, que el 9 de junio elegirá también sus diputados federales y regionales, el ultra Interés Flamenco (WB) lidera la intención de voto con más del 25% y una proyección de 25 diputados en el Parlamento federal sobre un total de 150, lo que lo convertirí­a en el partido con más escaños, indica el sondeo de Kantar para las revistas Knack y Le Vif. El sondeo destaca que la segunda fuerza con más diputados será el marxista Partido de los Trabajador­es (PTB-PVDA) con 21

Las fuentes del descontent­o son la desigualda­d, la pérdida del poder adquisitiv­o y la insegurida­d, entre otros

escaños, mientras que los liberales del primer ministro Alexandre de Croo perderían la mitad de los suyos, quedándose con 6 diputados.

El líder ultra holandés Geert Wilders, que ganó las elecciones de noviembre de 2023, acaba de renunciar a ser primer ministro al no sumar una coalición y ahora los partidos preparan crear un Gobierno tecnocráti­co extraparla­mentario. Pero en estos meses, la intención de voto al Partido por la Libertad (PVV) de Wilders ha subido del 23,5% obtenido en los comicios hasta el 33%, mientras que los liberales (VVD) del saliente primer ministro Mark Rutte han caído hasta el 11%, 4 puntos menos que en los comicios y lejos del 21% de las elecciones de 2021 y 2017. La ultraderec­ha también aparece en los sondeos en segunda posición en Alemania (18%), Polonia (30%) y Suecia (21%) y en tercera posición en España (9,9%) y Finlandia (18%).

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Pedro Rocha / Reuters André Ventura, líder de Chega, partido portugués de extrema derecha. Triplicó sus resultados de 2022 y obtuvo 46 diputados.
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