Barcelona tiene la capacidad de convertirse en una ciudad referente en tecnología e innovación en Europa
Cinco ponentes analizaron, en un encuentro en EL PERIÓDICO, la situación actual de Europa, y en concreto de Barcelona, a nivel mundial, en referencia a la apuesta por la digitalización, la conectividad y la innovación
Hace muchos años que se habla de digitalización en España. Hace dos décadas se realizó el primer pacto político e institucional en referencia a la tecnología. En aquel momento se tenía que dar respuesta a elementos como la infraestructura, el acceso a la fibra óptica para evitar sesgos dentro de la sociedad y aspectos relacionados con la firma digital, de la que hoy todo el mundo habla. Estos fueron los primeros retos tecnológicos y digitales a los que se hizo frente en nuestro país.
Las ciudades son cada vez más competitivas a nivel de conectividad y digitalización. Barcelona ha sido pionera en distintos ámbitos y, actualmente, es un referente dentro del país y de Europa porque reúne importantes empresas del sector. Aun así, falta camino por hacer para convertirla en una ciudad relevante y necesaria en temas de transformación tecnológica. Para hablar de todo ello, EL PERIÓDICO organizó una mesa redonda donde participaron Jordi Valls, cuarto teniente de Alcaldía de Economía, Hacienda, Promoción Económica y Turismo; Antoni Liria, Sales Director de Cellnex; Mercè Conesa, directora general Barcelona Global; el Dr. Josep M. Martorell, associate director de Barcelona Supercomputing Center y el Dr. Lluís Torner, director del ICFO. Los cinco ponentes, moderados por Albert Sáez, director de EL PERIÓDICO, pusieron de relieve la importancia de explicar bien la tecnología a la sociedad, para evitar la tecnofobía y poder dar a Barcelona un papel protagonista dentro de Europa en el camino hacia la digitalización.
Sociedad digital
Actualmente, los expertos se centran en las aplicaciones de la tecnología en el ámbito de la ciudad para descubrir cuáles pueden ser sus usos más beneficiosos y eficientes. “Los principales retos que han aparecido hoy en día son: la irrupción de la Inteligencia Artificial y las preocupaciones éticas que esta presenta, la opción de la cuántica y el papel pasivo de la ciudad frente Europa”, empezaba Valls. Los retos que se presentaron hace dos décadas se han superado, pero los que nacen de la actualidad pueden ser un poco más ambiciosos. El papel activo de Europa a la hora de proponer nuevos avances, ha hecho que Barcelona se convierta en un agente pasivo. “Esto debe cambiar, debemos participar en la estrategia europea y ser un vector importante en discusión geopolítica”, añadía.
En referencia a la situación de Barcelona, Liria apuntaba que “la ciudad está muy bien a nivel de conectividad, pero debemos cambiar la dinámica de la ciudad y potenciar el conocimiento y la investigación”. El Mobile World Congress es un ejemplo de cómo la ciudad se convierte en un punto de encuentro y escaparate de empresas de todo el mundo. “Los nuevos talentos miran cómo de ambicioso es el proyecto, no la ciudad”, añadía Liria. Es por ello que uno de los principales retos de Barcelona es el de precisar en qué quiere destacar e ir a por ello “para no quedarnos atrás frente otras ciudades que ya están avanzando”. Cellnex ha crecido en Barcelona y se ha extendido a doce países con diferentes culturas: “La gente se une a un proyecto en común y de futuro. No miran a Cellnex como una empresa local, sino como una empresa europea”. Liria afirmaba que esto les ayuda a captar talento y a retenerlo.
Según Conesa, la sociedad digital se evalúa en función de la capacidad que hayan tenido las ciudades de adaptarse a las nuevas tecnologías. “Debemos solucionar aún cuestiones como la brecha digital y la capacidad de las administraciones para adaptarse a la tecnología”. La Inteligencia Artificial ha llegado para revolucionar el paradigma actual. “Uno de los riesgos para adaptarnos o no a ella, será la desinformación de la sociedad”.
Talento científico
Es un momento de oportunidad para la ciudad, sobre todo, en relación con el talento. “Podemos atraer ta
lento emprendedor, científico y tecnológico”, explicaba Conesa. Ella misma añadía que la Covid-19 puso de relieve la buena infraestructura que tiene la ciudad a nivel de conectividad, pero ahora “debemos ser capaces de destacar en determinados proyectos y captar talento”. Para captar y retener este talento, Liria apuntaba que sería clave aumentar la relación de las universidades con la empresa privada. “Debemos reflexionar sobre el modelo educativo y orientarlo a reforzar capacidades que puedan ser indispensables para este talento que se necesita”, añadía Conesa.
Torner apuntó que los ciudadanos de Barcelona ya utilizan las últimas tecnologías, pero que el objetivo ahora “es que estos gadgets estén creados aquí”. Desde Barcelona Supercomputing Center, el centro nacional de supercomputación en España y referente en Europa, afirman que el talento científico que se encuentra cerca de la ciudad es “enorme”. “Ahora hay ambición, participamos en las agendas europeas y algunas instituciones ahora influimos en qué se gastan el dinero en Europa. Este es el salto más importante que hemos hecho”, explicaba Martorell.
España tiene un sistema de investigación que genera el 4% de los papers en Europa y se encuentra en la undécima posición en transferencia tecnológica. “Debemos pasar de papers a business y generar capital económico, social o natural”, argumentaba Valls. En esta línea, los ponentes coincidieron en que hace falta una mejora en el sistema de investigación, sobre todo, a nivel de capital. “En Barcelona somos débiles en capital, se debe reforzar también desde el sector público”.
Proyecto Qollserola
Torner, desde el ICFO, expuso el nuevo proyecto en el que se está trabajando relacionado con la física cuántica y que, pronto, será ya una realidad. “El mundo digital que conocemos, tiene sus orígenes en la revolución de los años sesenta. Sin ella, hoy no tendríamos chips, ni Internet, ni dispositivos móviles”. Según Torner, está empezando una segunda revolución que pondrá en marcha la aplicación y el desarrollo de la ciberseguridad. La privacidad será la mayor preocupación a la hora de compartir acceso y conectividad. Es por ello que nace el proyecto Qollserola. “Se trata de trabajar con la cuántica creando una capa adicional de seguridad en Internet que se llama anillo cuántico. Barcelona tiene un papel destacado y será uno de los primeros lugares en Europa en tenerlo”. Este proyecto necesitará que las empresas, administraciones y entidades lo prueben para acabarlo de precisar y comercializarlo. “En diez o quince años, como usuario, vas a poder contratar una cuota mensual que te ofrezca un plus de ciberseguridad, creado por la cuántica”.
Para poder hacer realidad este siguiente paso, que es aplicar la ciberseguridad utilizando la cuántica, “las administraciones y los gobiernos deben incorporar discurso de políticas industriales y tecnológicas activas”, añadía Martorell. Uno de los factores que permitirá que el anillo cuántico sea rápido, va a ser el uso que se le dé desde cada administración. “Vamos a ver cuáles son las que se atreven primero a utilizar la IA o la ciberseguridad para mejorar los servicios públicos”.
Liria coincidió en que las administraciones públicas deben ser tractoras en el uso de la cuántica. “Si queremos ser referentes y tener un modelo Barcelona, como tuvimos en su momento con la red WiFi-BCN y la gestión de redes de telecomunicaciones urbanas, debemos arriesgarnos”. Los sandbox, espacios controlados con legislaciones más flexibles utilizados para pruebas, serán clave para convertir Barcelona en una ciudad pionera en innovación. “Ya se han utilizado para pruebas en movilidad”, añadía Liria. La corresponsabilidad públicoprivada debe ser un pilar. “La empresa desplegará estas aplicaciones si tiene mercado. Por ello, la administración debe tener un rol de impulsor”, explicaba Conesa.
Para finalizar, Valls quiso argumentar que la administración pública debe hacer un esfuerzo para actualizarse y mejorar la regulación. Conesa, por su parte, añadió que “el capital y el talento apostaran por los lugares mejor conectados” y se debe decidir si Barcelona tendrá un papel relevante en esta transformación tecnológica y digital. “Debemos comparar las ventajas de la IA y de la tecnología en general antes de fijarnos solamente en las amenazas”, seguía Liria.
Para Torner, la adopción de la tecnología es un hecho, pero se debe plantear si “Barcelona será solamente usuaria o si parte de esta tecnología será nuestra y podremos ofrecer puestos de trabajo y comercializar nuestro producto”. Los ponentes coincidieron con Torner y, según Martorell, para conseguir este objetivo será esencial “autoabastecer toda la cadena de valor de la tecnología para tener una posición relevante en Europa y en el mundo”.