Acentos plurales y mucho periodismo
El grupo Prensa Ibérica celebró su 45º aniversario en el Palacio de Liria de Madrid. En los jardines se escuchó hablar catalán, gallego, castellano con origen andaluz o canario y otras variedades.
Cuentan en Madrid que el Palacio de Liria es el edificio civil mejor conservado de la capital. A todo eso, es también considerado el domicilio particular más grande de la ciudad. Una mansión que posee 200 estancias y ocupa 3.500 metros cuadrados propiedad de la familia Alba. En la actualidad reside el duque de Alba Carlos Fitz-James Stuart y Martínez de Irujo. Fue en este espectacular paraje donde Prensa Ibérica conmemoró sus 45 años de información y compromiso democrático.
45 años es una edad fantástica. Acumulas experiencia, no tienes el vértigo de llevar el 5 por delante y, si has hecho bien las cosas, todo el mundo te respeta. Una prueba de ello se vivió la noche del miércoles donde 350 personalidades del mundo de la política, la empresa, la cultura y el deporte rindieron homenaje a los editores y fundadores de Prensa Ibérica, Javier Moll y Arantza Sarasola.
En los jardines del Palacio se escuchó hablar catalán, gallego, castellano con acento andaluz o canario y otras variedades. A uno de los primeros que escuché hablar catalán de Barcelona fue al ministro de Industria, Jordi Hereu. El que fuera alcalde habla siempre alto o muy alto y bastante claro. Hereu, además, es una de esas personas que nunca mira por encima del hombro cuando tiene cargo. Un hecho no siempre habitual. El actual ministro andaba preocupado por las consecuencias del anuncio del president Pere Aragonés, que horas antes del evento había convocado elecciones. Lo comentó abiertamente con el director Corporativo de la Fundación Bancaria La Caixa, Jesús Arroyo González.
Casi al mismo tiempo, el presidente del PP, Alberto Núñez Feijóo, saludaba a los anfitriones. Más tarde, Feijóo se abrazó sonoramente con el también barcelonés y presidente de Planeta, José Crehueras. Uno diría que a Feijóo la convocatoria electoral de Aragonés le había sentado bien. Lucía rictus de ganador. No sabemos de qué, pero transmitía esa imagen.
O sea, que no perdió la sonrisa durante toda la noche y no dejó a nadie por saludar. De Barcelona, aunque es nacido en Terrassa, estaba el vicepresidente y delegado de la Zona Franca, Pere Navarro, quien también hacía cálculos electorales con el director de este diario, Albert Sáez. Por cierto, que hubo quien comentó que todos los socialistas catalanes deberán lucir un pin en la solapa con el lema: Lo que diga Salvador…
Quien no es catalán, pero sí persona querida por todos los deportistas españoles, es el presidente del COE, Alejandro Blanco, quien, tras saludar al CEO de Prensa Ibérica, Aitor Moll, explicó que los Juegos Olímpicos de París pueden ser históricos para nuestros deportistas. La vicepresidenta de Tous, Rosa Tous, y el presidente y CEO de Rabat, Jordi Rabat, mostraron tener una sana relación pese a ser competencia. Por su parte, el presidente de Havas, Alfonso Rodés, mostraba tener una estima especial con la familia Moll. Entre ministros y alcaldes, tampoco faltaron la directora de Comunicación de CaixaBank, María Luisa Martínez, o el siempre optimista y director de Relaciones Institucionales del Grupo Fundación La Caixa, Sergi Loughney. No tan positivo estaba el presidente de la CEOE, Antonio Garamendi. Digo esto por la cara que puso cuando el presidente de Repsol, Antoni Brufau, le interrogó sobre la situación económica del país.
Estuvo presente la exministra de Transportes y ahora presidenta de Paradores, Raquel Sánchez, que es de Gavà pero vive en Madrid, y el secretario general de UGT, Josep Maria Álvarez. No faltó la presidenta ejecutiva de Holaluz, Carlota Pi, el director general de comunicación, Jordi Tabernero, o el subdirector y director de Relaciones Institucionales del Banc Sabadell, Álvaro Echevarría, que lucía un elegante esmoquin. Por cierto, sobre esta vestimenta les diré que hubo quien lo alquiló, quien se lo hizo a medida y quien no pudo ponerse el propio porque no le entraba… Dicho esto, el resultado final de una gala con esmoquin siempre es más elegante y glamurosa. Pues eso, que fue un éxito. Al final, Javier Moll y Arantza Sarasola realizaron un discurso donde destacaron que la democracia no se consigue sin una información libre y una prensa independiente. Los cinco hijos de los fundadores intervinieron en un emotivo vídeo y todo acabó con un espectacular concierto de la orquesta ADDA Simfònica de Alicante que, dirigida por, Josep Vicent, acabó interpretando El Cant dels Ocells entre algunas lágrimas. Pues eso, que a por los 50.