Una muestra explora a Gala y su enigma a través de sus vestidos
La Fundación Gala-Dalí y La Roca Village estrenan colaboración con una exposición sobre la esposa del genio ampurdanés a partir de su colección de moda.
Este verano se cumplen 130 años del nacimiento de Elena Ivánovna Diákonova, la artista surrealista rusa más conocida como Gala, que fue musa de sus maridos, por orden, el poeta francés Paul Éluard y el pintor Salvador Dalí. Esta primavera también se cumplen 120 años del nacimiento del genio del Empordà y uno de los máximos representantes del mismo movimiento que se dedicó a entronizar el subconsciente y lo onírico. Y también este 2024 celebra 50 años el Teatre Museu Dalí, en Figueres.
Una triple carambola que la Fundación Gala-Dalí ha querido conmemorar con una exposición en tres actos, que se sucederán hasta finales de este año, tanto en el castillo de Púbol, la masía medieval que el pintor compró a su amada para que viviera tranquila, alejada de los turistas de la Costa Brava, como con otras propuestas complementarias que tendrán lugar en La Roca Village, en la que es la primera colaboración entre estas dos entidades.
Reivindicarse con la moda
Con El despertar del mito: Gala Dalí, que abre sus puertas al público a partir de hoy, se quiere poner el foco en la personalidad de la enigmática Gala a través de la lente de su colección de moda, porque tal como explica Montse Aguer, directora de los Museos Dalí, «la manera de vestirse de Gala era una forma de reivindicarse. Gala tenía muy en cuenta cómo vestía, porque sabía que era la imagen que proyectaba, era consciente de que algún día sería un mito e iba construyendo una leyenda, pero de un modo más invisible que Dalí».
La directora de Contenidos del espacio comercial, Noelia Collado, y la coordinadora del Centro de Estudios Dalinianos, Bea Crespo, son las comisarias de un proyecto de colaboración cuya primera propuesta lleva por título Colección Primavera-Verano. Tras este primer aperitivo vendrán, en junio, Alta Costura, y en octubre, Colección Otoño-Invierno. En total 24 looks de Gala, algunos de grandes casas de moda, pero también piezas sin etiqueta, y la mayoría nunca antes mostradas al público.
Cuenta Crespo que «lo más difícil de todo ha sido seleccionar entre el millar de vestidos de Gala que conserva el museo, datados entre los años 30 y 70 y de un gran valor patrimonial». Los de esta primera tanda son ocho outfits que Gala llevó en ocasiones importantes en la carrera de Dalí, pues «ella además de esposa, musa, también fue su representante y archivera», además de excelente relaciones públicas, pues dominaba el arte de atraer la atención en una inauguración, reunión o cóctel para que los medios hablaran de Dalí.
Los trajes expuestos en las vitrinas de la buhardilla del castillo de Púbol fueron creados por diseñadores ilustres, como Givenchy, Pierre Cardin o Christian Dior, y bien podrían ocupar hoy cualquier escaparate, pues son de una atemporalidad que resulta totalmente contemporánea y moderna. Estos trajes muestran la personalidad camaleónica de Gala y como, a través de la moda, forjó su identidad de manera artística, escogiendo la imagen que quería transmitir.
Pero el proyecto expositivo que arrojará nueva luz sobre la figura de Gala no acaba en Púbol, pues a partir de abril la musa de Dalí inundará también el centro La Roca Village, con una instalación de gran formato del fotógrafo Jordi Bernadó que retrata la indumentaria de Gala en diferentes espacios del que fuera su hogar y donde reposan sus restos.
■