El Periódico - Castellano

El Espanyol se queda sin Braithwait­e un par de semanas

- RAÚL PANIAGUA

El corazón de los pericos se encogió el domingo al filo del descanso en Zaragoza. Martin Braithwait­e, pichichi de Segunda y referente ofensivo indiscutib­le de los pericos, quedó tendido sobre el césped de La Romareda después de que Jair Amador, futbolista del equipo maño, cayera sobre su rodilla. Las molestias no le dejaron continuar y Pere Milla le sustituyó en la segunda parte. Una lesión grave habría sido catastrófi­ca para los intereses blanquiazu­les. Manolo González fue el primero que tranquiliz­ó al personal al asegurar que no era «nada grave».

El técnico fue demasiado optimista al comentar que «con un poco de suerte» podría «competir la próxima jornada» ante el Tenerife. La resonancia magnética de ayer confirmó la lesión del exazulgran­a, que sufre «una entorsis» en la rodilla derecha, lo que vendría a ser un esguince de grado 1, el más leve.

Aunque el club no comunicó el tiempo de baja y se limitó al clásico de que «la evolución marcará su disponibil­idad», lo más probable es que Braithwait­e esté entre dos y tres semanas sin jugar, por lo que se perdería un par de partidos, el de este sábado en casa ante el cuadro isleño y el siguiente en Burgos, una complicadí­sima visita ante un rival directo por el ascenso.

El mejor local de Segunda

El cuadro castellano es el mejor local de Segunda. No ha perdido ni un partido en El Plantío. La baja del goleador supondría un revés para el Espanyol. Braithwait­e, con 18 goles en esta Liga, es el pichichi del bloque blanquiazu­l, por delante de Puado (11), Pere Milla (4) y Calero (3). Se trata de una baja capital, pero al menos se descartó una grave. El objetivo del danés sería reaparecer ante el Albacete.

Rubén Sánchez, mientras, sufre una microrotur­a fibrilar en el gemelo de la pierna derecha. El canterano, que fue titular ante el Real Zaragoza en el estreno de Manolo González, se lesionó en el primer tiempo.

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