Un centrocampista al frente de las prisiones de Catalunya
El actual secretario de Mesures Penals ocupa cargos públicos desde 1990 y sus conocidos lo califican de resiliente y hábil negociador. Antes, militó en el fútbol base del Barça y fue jugador del Sant Andreu.
Amand Calderó Montfort (Barcelona, 1959) es un culé empedernido. El fútbol le apasiona. Le viene de lejos. Militó en el fútbol base del FC Barcelona y, entre 1977 y 1980, fue centrocampista en el Sant Andreu de Barcelona, en Segunda B. Y en los 90 jugó en la sección deportiva de la cárcel Modelo. Era un repartidor de juego. Pero también disfruta con los paseos por la montaña, el canto coral, cocinar, la buena mesa con amigos...
Sin embargo, estos últimos días ha pasado más tiempo en su despacho de la Conselleria de Justícia que en su casa. Ha tenido que lidiar (no es la primera vez) desde su cargo como secretario general de Medidas Penales, Reinserción y Atención a la Víctima con los combativos sindicatos de funcionarios de prisiones, que durante días han bloqueado los centros penitenciarios en protesta por el asesinato de una cocinera en Mas d’Enric. Reclamando, no solo mejoras en la seguridad de las prisiones, sino también su dimisión. Dimisión que condicionan a cualquier diálogo con la conselleria.
Quienes le conocen aseguran que Calderó es dialogante, preparado intelectualmente, conversador y hábil negociador. Le definen como «una persona cercana» que se adapta a las circunstancias fácilmente. Un resiliente ante las adversidades, como está demostrando. Cuando visita una p risión no se limita a acercarse al equipo directivo del centro, sino que baja a la arena para hablar con los empleados de la cárcel, desde funcionarios a educadores, y con los reclusos.
Desde su puesto en Justícia, se ha erigido en un fiel defensor de las segundas oportunidades y de la reinserción de los presos. Públicamente, también ha defendido el trabajo de los funcionarios de prisiones como pieza clave del sistema penitenciario; una defensa que los empleados de las cárceles cuestionan como real.
Licenciado en Derecho por la Universitat de Barcelona, con varios másteres de dirección a sus
Hace justo un año ya sufrió la ira de los funcionarios penitenciarios por la falta de seguridad
espaldas, Calderó es funcionario de carrera del Cuerpo Superior de la Administración de la Generalitat. En su larga trayectoria en la Administración ha pasado por las conselleries de Benestar Social, Justícia, Interior, Vicepresidència y Presidència, asumiendo cargos técnicos y de confianza.
Calderó cuenta con una extensa experiencia profesional. Ha sido jefe de la sección de recursos jurídicos de la Secretaria General de Benestar Social, jefe del servicio de rehabilitación y subdirector general de Asuntos Penitenciarios en Justícia y secretario de la delegación territorial del Govern en Barcelona.
En 2016 volvió a la que ahora es su casa, Justícia, como director general de servicios penitenciarios, hasta que en la siguiente legislatura, en enero de 2019, fue nombrado secretario de Medidas Penales, Reinserción y Atención a la Víctima, en la reestructuración que sirvió para agrupar servicios penitenciarios y justicia juvenil.
De paso por Interior
Calderó pasó luego por la Conselleria d’Interior como coordinador del Sistema de Seguridad Pública. Estuvo solo unos meses. La actual consellera, Gemma Ubasart, se lo robó a Interior y le convenció para que volviera a Justícia. Desde el 18 de octubre de 2022 ocupa el cargo de secretario de Medidas Penales.
En marzo de 2023, hace ahora un año, ya sufrió la ira de los sindicatos de funcionarios por la falta de seguridad, hasta el punto de que los trabajadores penitenciarios llegaron a ocupar el vestíbulo y el despacho de la cárcel de Brians 2, en Sant Esteve Sesrovires. Al final hubo acuerdo, pero algunas de las medidas que los sindicatos reclamaban, como el uso de aerosoles y el sistema de videovigilancia, han sido descartadas. Y aquí está la raíz del actual conflicto.
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