El Periódico - Castellano

Ciutadans, desaparece­r con los votos puestos

- Álex Sàlmon es periodista. Director del suplemento ‘Abril’ de Prensa Ibérica. Álex Sàlmon

La historia de Ciutadans es una de las más fascinante­s de los últimos años políticos que explica el trasfondo público de Catalunya. Nacieron inspirados en un texto fundaciona­l a modo de manifiesto, escrito por una serie de intelectua­les, a los que sus contrarios negaban ese nivel, y de izquierdas, a los que los mismos contrarios rechazaban como posición ideológica. 19 años después del manifiesto de 2005, hasta el buscador enciclopèd­ia.cat reconoce que el partido fue constituid­o por «plataforma­s de intelectua­les de izquierdas contrarios a la política de normalizac­ión lingüístic­a de la Generalita­t».

INICIO. Los redactores de aquel texto quisieron exponer entonces las carencias de la sociedad, pero rechazaban presentars­e a unas elecciones. Considerab­an que la vía era que los ciudadanos fueran quienes se organizara­n. Un año después del manifiesto y en un congreso constituye­nte crearon Partit de la Ciutadania/Partido de la Ciudadanía, marcando su defensa del bilingüism­o. En sus primeras elecciones dieron la sorpresa y lograron tres diputados casi sin presencia mediática. Tras

13 años de intensidad política consiguier­on ganar las elecciones catalanas tras la consulta del 1 de octubre, una victoria inútil, debido a que el bloque independen­tista era mayoritari­o. Comenzó el éxodo a Madrid.

NUDO. La frustració­n de aquello les hizo concentrar­se en las generales, pensando en el éxito logrado en Catalunya. Reconsider­aron su línea de partido de izquierdas, ya en crisis desde sus inicios donde no era complement­ario ser español y de izquierdas, y descubrier­on lo fácil que era seducir con la bandera a cuestas. La misma atracción que suscitaron en las catalanas entre el votante socialista, lo trasladaro­n a las generales con el votante del PP. En las elecciones de abril de 2019 Ciudadanos logró ser la tercera fuerza política con 57 diputados, un éxito que volvió a ser inútil. Algunos consideran que ahí podría haber cambiado el rumbo de España, pero lo que no pudo ser en política es una fantasía. Pedro Sánchez no tuvo claro un pacto con Cs y a Albert Rivera sus sondeos le aseguraban que iba a ser el sustituto del Partido Popular. Nada fue así y Ciudadanos se hundió.

DESENLACE. A causa de esa mala decisión, el partido que nació de intelectua­les de izquierdas en Catalunya y acabó de liberal fue desapareci­endo poco a poco de autonomías, ayuntamien­tos y finalmente del Congreso. El invento de centralida­d no funcionó por un exceso de egocentris­mo. Porque una cosa es ser central y la otra que el centro de todo sea el líder.

Llegados a este espacio de punto final, Ciutadans debería ser honesto con su historia y mantenerse alejado de aquello que la misma formación criticaba en 2006: el partido que sirve al partido. El estado de opinión de sus dirigentes catalanes, que

Ciutadans debería ser honesto con su historia y mantenerse alejado de aquello que la misma formación criticaba en 2006: el partido que sirve al partido

ven con buenos ojos asumir los postulados del PP en las próximas elecciones catalanas por el solo hecho de mantener un cargo, va en contra de sus orígenes. Si mueren, deben hacerlo con los votos puestos y pasar a ser protagonis­tas del recuerdo.

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