«No huiré, creo en la justicia»
La defensa pidió la libertad del jugador en la vistilla que se celebró ayer en la Audiencia de Barcelona, mientras la fiscalía y la acusación particular reclaman que siga en la cárcel. El tribunal podría decidir hoy mismo si excarcela o no al futbolista brasileño.
«No voy a huir, creo en la justicia». Fueron las palabras de Dani Alves en la vistilla celebrada ayer en la Audiencia de Barcelona y en la que su abogada, Inés Guardiola, solicitó su libertad con medidas cautelares, como una fianza de 50.000 euros, la retirada de los dos pasaportes (español y brasileño) y la presentación periódica en los juzgados.
Por su parte, tanto la fiscal Elisabet Jiménez como la acusación particular, ejercida por Ester García en nombre de la víctima, pidieron que el exjugador del FC Barcelona permanezca en la cárcel, pues la sentencia que le condenó a cuatro años y seis meses de prisión por la violación de una joven en la discoteca Sutton el 31 de diciembre de 2022 no es firme y sigue existiendo el riesgo de fuga. La pelota está en el tejado del tribunal de la Sección 21 de la Audiencia de Barcelona, que deberá decidir en breve, incluso hoy, si excarcela o no al astro brasileño.
En la vistilla, la defensa de Alves argumentó también que la sentencia condenatoria no es firme, pero en sentido opuesto. A su entender, el jugador es inocente hasta que no se dicte una resolución definitiva, que puede tardar meses o incluso años.
Los argumentos
En su recurso contra la condena presentado ante el Tribunal Superior de Justícia de Catalunya (TSJC), la abogada de Alves reitera la petición de absolución, al considerar que en el lavabo de la discoteca no se produjo una violación, sino sexo consentido. En cambio, la fiscalía y la acusación particular han reclamado en sus recursos ante el TSJC que se aumente la pena al futbolista (a nueve años o 12 años, respectivamente) y que no se tenga en cuenta la atenuante de reparación de daño para rebajarle la condena por los 150.000 euros depositados por el jugador cuando fue procesado para una eventual indemnización a la víctima.
La letrada de Alves argumentó también que la pena impuesta de cuatro años y medio es muy inferior a la exigida por la fiscalía (pide nue
La abogada de Alves dice que el jugador es inocente hasta que no se dicte una resolución definitiva
La fiscal y la acusación particular siguen solicitando una pena mayor que la impuesta
ve años de cárcel) y por la acusación particular (12 años). En este sentido, recordó que el futbolista fue encarcelado el 20 de enero de 2023 y que cumplió la cuarta parte de la condena el 5 de marzo. Con esta condición y si la sentencia hubiera sido firme, Alves ya podría tener permisos penitenciarios e, incluso, al haber consignado los 150.000 euros de indemnización, disfrutar del régimen abierto que le permitiría solo ir a dormir a un centro penitenciario.
La defensa recordó que el futbolista viajó a España en enero de 2023 sabiendo que iba a ser detenido y negó el posible riesgo de fuga. Además, sostuvo que las acusaciones no han acreditado la capacidad económica del jugador e insistió en que el astro brasileño perdió todos los contratos de patrocinio que tenía y su trabajo (jugaba en Pumas mexicano) tras ser encarcelado. «Todavía no ha cobrado de Hacienda», explican en su entorno, en relación con los pleitos que ha ganado contra la Agencia Tributaria.
La fiscal y la acusación particular, en cambio, solicitaron al tribunal que mantenga a Alves en prisión porque la sentencia es condenatoria, aunque no sea firme, y que continúa existiendo el riesgo de fuga por la capacidad económica del jugador. Las dos acusaciones recalcaron que siguen solicitando en sus recursos una pena mayor a la impuesta y, por lo tanto, consideran que se mantiene la posibilidad de que el jugador huya de España. La fiscal subrayó que Brasil no extradita a sus ciudadanos a otros países.
La fiscalía informó que uno de los motivos de su recurso contra la sentencia condenatoria es que el tribunal no contempla que sea un hecho probado que Alves ingresara los 150.000 euros para que fueran librados a la víctima sin ningún condicionante y con independencia del resultado final del procedimiento, si no que depositó esa cantidad a requerimiento del juez. Según la acusación pública, «en los delitos contra la libertad sexual los perjuicios sufridos por la víctima no se pueden compensar nunca de forma completa únicamente con dinero, sino que ha de existir una voluntad real de reparar el mal causado», circunstancia que no concurre, en su opinión, en este caso.
■