La justicia «tiene rostro de hombre rico»
La fianza de un millón de euros, que el futbolista podrá pagar y que no está al alcance de la mayoría, genera en el movimiento feminista un sentimiento de que «la justicia no es igual para todos».
El millón de euros de fianza que, por tratarse de quien se trata (Dani Alves), podrá pagar con mayor facilidad que la inmensa mayoría de los mortales es, con bastante diferencia, lo que más escama de la decisión de la Audiencia de Barcelona de dejar en libertad al jugador. «Una evidencia más de que la justicia no es igual para todos», se desahogan aunque con distintas palabras incontables voces, no solo dentro del colectivo feminista, sino más allá.
«La fianza de un millón de euros para Alves es una vergüenza, pura justicia patriarcal. El feminismo siempre lo ha dicho: Patriarcado y capital, alianza criminal. El tiempo pasa y el problemón sigue siendo el mismo. Los cuerpos de las mujeres son de quien los pueda pagar». Así de contundente se expresaba a los pocos minutos de conocerse la decisión judicial Ángela Rodríguez Pam, quien hasta noviembre de 2023 fuera secretaria de Estado de Igualdad y contra la Violencia de Género, en sus redes sociales.
En la misma línea, la exministra de Igualdad y dirigente de Podemos Irene Montero denunció que la decisión de dejar en libertad bajo fianza a Alves envía un «peligroso mensaje de desprotección para todas las mujeres», el de que «los hombres poderosos pueden comprar su libertad».
La profesora de la UOC y periodista especializada en feminismo Ana Bernal-Triviño apuntó también en sus redes que «Alves saldrá de la cárcel por tener dinero», «y de nuevo nadie pensará en la víctima (como ya pasó con La Manada) y en ese miedo de poder encontrarte con tu agresor por la calle estando condenado», reflexionó BernalTriviño, quien añadió que «lo de Alves no es por la ley del sí es sí». «Nos vale más analizar todos los coladores donde estos tipos salen airosos», proseguía la periodista, quien recordó también que «Carlos, el Yoyas, con sentencia firma por violencia de género, sigue prófugo (y tampoco es culpa de la ley del sí es sí)». «La justicia tiene rostro de hombre rico», apuntó en la misma red social y en la misma línea la politóloga Irene Zugasti.
A ojos de Alba Alfageme, feminista y psicóloga, la Audiencia de Barcelona está enviando «un mensaje perverso». «Esta decisión evidencia que la justicia, que tiene un claro sesgo de género, es también clasista», aseguró la especialista, pra quien «seguimos con el sistema de privilegios: ser hombre con un elevado estatus social y cometer una agresión sexual sale más barato por tener ese estatus».
Decisión poco coherente
«Todo aquello que se había avanzado en el juicio en relación con el mensaje positivo que se daba a las víctimas ahora se ve manchado por una decisión poco coherente; lamentablemente genera más sensación de incomprensión y, por tanto, en el fondo, de inseguridad a las mujeres frente a procesos judiciales de violencias sexuales», zanjó Alfageme.
La abogada y politóloga Júlia Humet, especializada en violencias machistas, señaló que hay un hecho objetivo que es que a Alves le han condenado a cuatro años y medio y la prisión preventiva tiene un límite (la mitad de la condena). «Como es seguro que antes de que se resuelva el recurso presentado por la defensa del condenado ya habrá llegado al límite de preventiva y tendrán que dejarlo salir, es posible que hayan decidido hacerlo ya ahora», reflexiona la jurista, quien precisa que ahora mismo la sentencia aún no es firme y existe incluso la posibilidad de que se le termine bajando la pena.
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