La familia de la cocinera asesinada exige la dimisión de Ubasart
Los funcionarios de las prisiones catalanas mantienen las movilizaciones tras reunirse con Vilagrà y no lograr forzar ninguna renuncia. Hoy trasladarán su protesta al Parlament.
La indignación por el asesinato de la cocinera de la cárcel tarraconenses de Mas d’Enric, Nuria L., a manos de un preso no cesa. La familia de la mujer se unió ayer al clamor de los empleados de las prisiones catalanas para exigir la dimisión de la consellera de Justícia, Gemma Ubasart, y del secretario general de Mesures Penals, Amand Calderó. «Todos somos Nuria», gritaron ayer en la plaza de Sant Jaume, a las puertas del Palau de la Generalitat, centenares de funcionarios que exigen la depuración de responsabilidades por el crimen y un incremento de las medidas de seguridad en las prisiones. A la protesta se unieron entre sollozos, familiares de la víctima.
Un sobrino de la cocinera, Pablo, se pronunció con rotundidad sobre la situación: «La represión no es una solución, la solución pasa por hacer justicia y dimisiones. Siete días después del asesinato de mi tía, nadie ha asumido responsabilidades. Un trabajador suyo ha muerto a manos de un asesino y no han dado explicaciones. Esto no es de valientes».
Los concentrados, que guardaron unos minutos de silencio en memoria de Nuria, fueron recibidos finalmente durante tres cuartos de hora por la vicepresidenta del Govern, Laura Vilagrà, a la que plantearon sus reivindicaciones, empezando por las dimisiones de Ubasart y Calderó. Se toparon con la negativa del Govern, que defiende la gestión de la conselleria. Por ello, los trabajadores han decidido mantener las movilizaciones y hoy se concentrarán a las puertas del Parlament, donde Ubasart tiene previsto comparecer para dar explicaciones a la Cámara.
El mismo president, Pere Aragonès, ratificó su «confianza» en Ubasart y en su equipo e hizo un llamamiento a los sindicatos de prisiones para «dialogar» para buscar soluciones. «La solución vendrá de las propuestas», recalcó en declaraciones a La Sexta.
Fuentes del Govern aseguraron que, en la reunión con los sindicatos, Vilagrà trasladó en nombre del Ejecutivo que se están analizando las circunstancias sobre el asesinato de la cocinera y que «se asumirán las responsabilidades pertinentes». La vicepresidenta, según las mismas fuentes, ofreció a los trabajadores penitenciarios sentarse y compartir la información y las decisiones con ellos, así como continuar con las conversaciones que hace meses se iniciaron para mejorar la seguridad de las cárceles.
Los funcionarios, sin embargo, reiteraron que no se sentarán a la mesa si antes no se cesa a Calderó. «Muy buenas palabras, muy buena disposición a que estemos callados. Hemos dicho que no, que si no hay dimisiones la lucha continuará», dijo Núria Nasarre, del sindicato UGT, una de las participantes en la reunión.
Depurar responsabilidades
«Hace una semana que murió Nuria y nadie ha levantado la cabeza para entonar un mea culpa», expuso Francina, una empleada de la cárcel de Mas d’Enric y compañera de la cocinera asesinada. «Nuria no te abandonaremos y lucharemos hasta el final. Tu muerte no será en vano», incidió exigiendo que se depuren responsabilidades. «No han tenido la dignidad de dimitir», insistió, en referencia a los responsables de la Conselleria de Justícia.
«Hasta ahora se han mostrado muy enrocados», subrayó Raquel, otra funcionaria de prisiones. «La plantilla reclamamos dimisiones y estamos aquí (en la plaza de Sant Jaume) para ser oídos», afirmó antes de insistir en que Ubasart y el responsable de prisiones deberían cesar de sus cargos. Una petición unánime entre los sindicatos de prisiones que recibieron el apoyo de Pablo, el sobrino de Nuria, que subrayó que está con ellos porque están «luchando por una causa y por cambiar el sistema penitenciario». El familiar dijo que él no era protagonista de nada, sino que lo era su tía, «a la que han quitado la vida injustamente».
Por otra parte, la Síndica de Greuges, Esther Giménez-Salinas, ofreció la institución que representa para mediar en el conflicto.
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