Alimentaria cierra su edición de 2024 con casi 108.000 visitantes
Objetivo cumplido: la feria Alimentaria de Barcelona cerró ayer su edición de 2024 con un registro de casi 108.000 visitantes (más que el Mobile World Congress del pasado febrero), tras cuatro días de actividad trepidante, 3.200 empresas expositoras, de las que una cuarta parte han sido extranjeras, y unos 13.000 encuentros de negocios y contactos entre profesionales.
El impacto económico podría rondar los 200 millones de euros, según las estimaciones de la organización, que todavía no ha cerrado del todo los números. Parte del éxito del salón, que ha ocupado siete pabellones del recinto de Gran Via de la Fira de Barcelona, lo ha propiciado la fusión con la feria Hostelco, dedicada al equipamiento y los servicios auxiliares a la hostelería y la restauración.
«Ha sido un rotundo éxito de internacionalización y muestra el gran poder de convocatoria de una feria que ha reunido a los principales agentes del sector y a compradores de países estratégicos para la exportación de la industria alimentaria», destacó el director general de Alimentaria Exhibitions, J. Antonio Valls. El salón, agregó, «se consolida así como uno de los principales encuentros de negocios internacionales del sector».
Más allá de los números, y de los 42 kilómetros de moqueta que se desplegaron en el recinto ferial (como decían algunos, daría para correr un maratón), las sensaciones de expositores y organizadores son más que positivas. El sector está en un buen momento, pese a la inflación y a las exigencias que impone la obligación de ser más sostenibles ambientalmente, y eso se ha notado en los estands. Algunos de ellos han triunfado de modo inesperado: no había más que ver cómo salía el público cada tarde, cargado con bolsas de caldo Aneto (de las que se repartieron unas 50.000 unidades, según fuentes del mismo estand); de paquetes con las nuevas galletas de ColaCao o comiendo a rabiar snacks de Churruca y Frit Ravich, entre otros.
■