Primer trasplante a un humano de un riñón de cerdo
El paciente, un hombre de 62 años, recibió el órgano modificado genéticamente el sábado en Massachusetts (EEUU) y evoluciona favorablemente.
La ciencia de los trasplantes ha dado otro paso de gigante en Estados Unidos. Ayer, el Hospital General de Massachusetts anunció el primer trasplante con éxito del mundo a un humano vivo de un riñón de cerdo genéticamente modificado, un «hito histórico en el campo emergente de los xenotrasplantes», según un comunicado del centro médico.
El receptor es Richard Rick Slayman, un hombre negro de 62 años que tenía una enfermedad crónica renal y que ya había recibido en 2018 otro trasplante de riñón que empezó a fallar cinco años después de aquella operación. Aquello le hizo volver a la diálisis, que ya había recibido durante siete años antes del primer trasplante, y tuvo numerosas complicaciones.
Ante la perspectiva de tener que esperar cinco o seis años para otro trasplante, Slayman accedió a la opción del xenotrasplante que le ofreció su médico. Fue operado el pasado sábado en una intervención que duró cuatro horas. Su nuevo riñón empezó a producir orina poco después de la operación. Y ahora evoluciona favorablemente, ya camina por los pasillos del hospital y «se espera que reciba el alta pronto», según el comunicado del hospital, donde el propio paciente ha dicho que vio la operación no solo como una forma de ayudarse a sí mismo «sino como una manera de dar esperanza a los miles de personas que necesitan un trasplante para sobrevivir».
El riñón que se le ha transplantado procedía de la empresa eGenesis y se le realizaron 69 ediciones genómicas usando la tecnología CRISPRCas9. Se eliminaron tres genes porcinos que tienen el potencial de contribuir al rechazo del órgano. Además, se añadieron siete genes humanos para mejorar la compatibilidad. Además, según ha explicado el comunicado del centro médico, se desactivaron retrovirus endógenos para eliminar riesgos de infección.
La operación se realizó con una autorización de la FDA, la agencia del medicamento de EEUU, según su Protocolo de Acceso Ampliado, que da luz verde en casos específicos a tratamientos experimentales.
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