El Periódico - Castellano

El 9% de los turistas de BCN acuden a espectácul­os de música, teatro o cine

▶ El Observator­io del Turismo en Barcelona atribuye a este perfil de consumidor cultural una estancia más larga en la ciudad y un gasto diario superior a la media

- MERITXELL M. PAUNÉ

Barcelona no tiene un Broadway o un West End, pero ha entrado por otras vías en el circuito del turismo de escenarios internacio­nal. Existe un público global al que no le importa –¡todo lo contrario!– viajar a otro país para acudir a un festival de música, un estreno de ópera, un montaje teatral… El escenario pasa a formar parte del destino y ambos se retroalime­ntan. La capital catalana tiene aún poco estudiado este perfil de visitante, pero los pocos datos existentes apuntan que crece y que su gasto es superior a la media.

El Observator­io del Turismo en Barcelona (OTB) publicó este septiembre un informe monográfic­o sobre el «turista escénico» en la capital y en el conjunto de la destinació­n. La etiqueta agrupa a todos los visitantes que hayan asistido a conciertos, festivales de música, teatro o cine durante su estancia. En 2022 fueron un 9% del total en Barcelona ciudad y un 7,6 en la región. El año anterior eran el 6,2% y el 5,8% respectiva­mente, aunque los flujos turísticos todavía estaban muy influidos por la pandemia.

Los datos proceden de la última encuesta de perfil y hábitos de los turistas de la destinació­n (2022), que revela a grandes rasgos quiénes son y qué hacen en Barcelona estos visitantes escénicos. Espóiler: los jóvenes festivaler­os ganan por goleada a las familias con entradas en platea. Una hegemonía que se correspond­e con una oferta de conciertos mucho más guiri-friendly que la cartelera teatral local.

Los datos disponible­s desmienten ampliament­e que sea un turismo de bajo coste. Dos elementos despiertan especial interés en el sector: los turistas escénicos realizan estancias más largas (6,3 noches, frente a 4,9 del promedio general) y gastan más por persona y día (96,60 euros frente a 84,42). El año pasado el 58% durmió en alojamient­os turísticos, el 19% en casa de algún amigo o familiar y el 13% en un cámping.

El 66% son hombres, el 80% tienen estudios universita­rios y el 60% trabajan como asalariado­s.

Tienen de media 32,7 años y, de hecho, solamente un tercio tiene más de 34 años. Casi 9 de cada 10 son extranjero­s (68% europeos) llegados en avión. Un 34% vino a la ciudad solo, un 32% en pareja y un 24% con amigos. Tres cuartas partes vinieron a Barcelona por ocio y en general ponen muy buena nota a la ciudad (un 8,81 sobre 10).

La familiarid­ad con la que este público se mueve por Europa propicia que sean viajes planificad­os con poca antelación: el 64% contrató el alojamient­o con menos de un mes de antelación y dos de cada diez lo hizo la semana previa. Casi siempre por internet. Una vez en el destino, se desplazan por la ciudad en metro (65,3%), a pie (58,3%), en taxi (33,3%) o en autobús (32,5%). Para el 46,8% es su primera visita a Barcelona. La estacional­idad se correspond­e con el perfil y la oferta: los meses estrella son mayo, junio y julio, temporada alta de grandes festivales de música al aire libre. En junio concretame­nte suponen un 16,6% del total de turistas. Por el contrario, de enero a abril de 2022 su presencia quedó por debajo del 9% de media. Su presencia en la región, en cambio, es más alta en abril y de agosto a octubre, en virtud de una mayor proporción de visitantes catalanes y españoles (43,3%).

En qué gastan y qué visitan

El evento cultural o eventos a los que hayan asistido no copan toda la estancia. Les queda tiempo, a tenor de sus respuestas en la encuesta anual del OTB, para ir de restaurant­es (el 97% así lo afirmó en 2022), pasear relajadame­nte por la ciudad (el 92%) y realizar alguna visita cultural (87%) que muy probableme­nte tenga que ver con la arquitectu­ra, elemento que más valoran de la destinació­n. Lo que menos les gusta, por este orden, es el ruido, la contaminac­ión y la limpieza. Opiniones y actividade­s muy similares a las del turista tipo.

Los meses estrella son mayo, junio y julio, temporada alta de grandes festivales al aire libre

Lo peor valorado en la ciudad es, en este orden, el ruido, la contaminac­ión y la limpieza

Un 12% de ellos han incorporad­o a su planning una escapada fuera de la capital, tendencia aún modesta pero esperanzad­ora dado que los day-trips son una asignatura pendiente crónica del sector. ¿Y a qué destinan el presupuest­o? El mayor gasto es el desplazami­ento hasta la ciudad (431,76 euros), seguido del alojamient­o (63,42 euros por persona y día). El resto se va a comida y bebida, entretenim­iento (donde se incluiría el espectácul­o al que han asistido), compras y transporte interno.

El retrato robot del turista escénico de Barcelona es aún borroso. Por ello, el Observator­io del Turismo en Barcelona (OTB) prepara este 2024 un estudio pormenoriz­ado sobre el segmento. Los resultados, que dará a conocer el año que viene, permitirán confirmar la hegemonía actual de la industria musical y vislumbrar el potencial del resto de artes para captar espectador­es internacio­nales.

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Jordi Cotrina El público sigue el ritmo del DJ Calvin Harris, en el pasado festival Primavera Sound.
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