Precarios equilibrios
Ante las cruciales elecciones del 9 de junio, las conclusiones del Consejo Europeo sortean las divergencias de los Veintisiete en cuestiones clave para mantener la apariencia de unidad y evitar decisiones que aumenten el descontento ciudadano e inflamen l
Los precarios equilibrios de las conclusiones del Consejo Europeo finalizado este 22 de marzo reflejan la distancia entre las grandes declaraciones y las capacidades reales de la Unión Europea (UE) y lo que pueden tolerar los ciudadanos. Ante las cruciales elecciones europeas del 9 de junio, los Veintisiete han preferido no incrementar aún más el alto nivel de descontento, han evitado decisiones que pudieran inflamar la campaña electoral y han prometido atender las quejas de los agricultores. Los equilibrios en las conclusiones sortean las divergencias de los Veintisiete en cuestiones clave y mantienen la apariencia de unidad, mientras la falta de decisiones concretas se disimula con las fórmulas de «impulsar los trabajos», «explorar todas las opciones» y «avanzar rápidamente».
La elaboración de la hoja de ruta sobre las reformas internas de la UE para adaptarse a los costes de una futura adhesión de Ucrania, Moldavia y los países balcánicos ha quedado aplazada hasta el verano, después de las elecciones al Parlamento Europeo, para no aumentar el descontento por los recortes que implicarán en las ayudas y políticas europeas.
Falta de unanimidad
La aprobación del marco de negociación para Ucrania y Moldavia previsto para marzo, paso indispensable para iniciar las negociaciones de adhesión, también ha quedado aplazado, aunque los líderes europeos piden que se impulsen los trabajos sin demora y se adopte con rapidez el marco negociador. Aquí se ha sumado la falta de unanimidad de los Veintisiete y la voluntad de no añadir otro elemento de conflictividad en la campaña electoral, dada la firme oposición de los agricultores a la entrada sin restricciones ni aranceles de los productos agrarios ucranianos en la UE desde junio de 2022 y la falta de apoyo ciudadano al ingreso de Ucrania en la UE en varios países europeos clave.
El 52% de los alemanes y el 51% de los votantes de los democristianos CDU/CSU (pieza central del Partido Popular Europeo) se oponen al ingreso Ucrania en la UE, según un sondeo de la Fundación Bertlesmann. El 69% de los alemanes también creen que Ucrania será una carga para la UE, indica el sondeo. La adhesión de Ucrania tampoco superaría un referéndum en Francia o en los Países Bajos. Los holandeses ya rechazaron en referéndum en abril de 2016 el Acuerdo de Asociación y Libre Comercio de Ucrania con la UE, lo que obligó al Gobierno a prometer una serie de restricciones para aprobarlo en el Parlamento en 2017 y dio un nuevo impulso a la ultraderecha.
Para apaciguar al campo, la cumbre pide reducir las cargas administrativas, reforzar a los agricultores frente a los distribuidores, ampliar el apoyo financiero y revisar el acuerdo agrario con Ucrania. Una revisión suave del acuerdo propuesta por la Comisión Europea y reforzada por el Parlamento Europeo fue rechazada por insuficiente por Francia, Polonia y otros países.
Sin concreciones
Los Veintisiete no lograron superar sus diferencias sobre la financiación de la ayuda militar a Ucrania y en las conclusiones se tuvo que suprimir la referencia a una «adopción muy rápida» del octavo paquete de ayuda militar en el marco del Fondo Europeo de Apoyo a la Paz. Al final el texto solo pide que se «trabaje» en ese paquete de ayuda militar. Respecto al rear
La Unión Europea pide «una pausa humanitaria inmediata que dé pie a un alto el fuego duradero» en Gaza
me europeo y el refuerzo de la industria militar europea, tampoco hubo nada concreto, más allá de pedir que se avance en los trabajos preparatorios y se busquen fuentes de financiación.
Por el contrario, en la guerra de Gaza se ha producido un salto cualitativo. A raíz de que EEUU propuso una resolución en el Consejo de Seguridad de la ONU para pedir «un alto el fuego inmediato y sostenido», los Veintisiete han abandonado sus reticencias y por primera vez la UE pide «una pausa humanitaria inmediata que dé pie a un alto el fuego duradero», como reclamaban desde hace meses un grupo encabezado por España, Bélgica e Irlanda, aunque el texto es mucho más suave que el de EEUU por exigencia de Alemania.
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