Barcelona corrige una pacificación para ganar plazas de aparcamiento
El ayuntamiento rebaja la pérdida a 14 puestos en un tramo que concentra centros educativos en Sant Martí, donde había previsto eliminar 130 plazas.
El Ayuntamiento de Barcelona ha corregido un proyecto de pacificación de tráfico que preveía borrar 130 plazas de aparcamiento para vehículos junto a cuatro centros educativos del barrio de Provençals de Poblenou. El plan alentó la oposición de una plataforma vecinal de la zona, situada en el distrito de Sant Martí. En febrero de 2023, un grupo de vecinos impidió el inicio de las obras para restringir la circulación con la extensión de un carril bici y la ampliación de las aceras. Al mismo tiempo, iban a eliminarse 35 puestos de estacionamiento público a la altura de la escuela Brasil y 95 más a lo largo de la calle de Perú. La remodelación se frenó entonces y sigue paralizada. El consistorio anuncia ahora que piensa enmendarla para retomarla, prescindiendo solo de 14 plazas.
Los detractores del proyecto –reunidos en la plataforma Ni una plaza menos– mantuvieron el pulso con protestas a pie de calle y exponiendo sus argumentos en encuentros vecinales. Llegaron a cortar el tráfico en la Gran Via al inicio de la última Semana Santa, en la antesala de las pasadas elecciones municipales. Advertían que la reforma perjudicaba a los residentes de la zona, por hurtar espacio donde estacionar y sin ofrecer una alternativa donde trasladar los vehículos. El ayuntamiento replicaba que existían 2.182 plazas en superficie en el barrio, incluyendo la zona verde y las reservadas a personas con discapacidad.
Un año más tarde, el consistorio informa de que ha consensuado achicar la pérdida de aparcamiento público. A su vez, esgrime que no ceja en el propósito de efectuar algunas obras para proteger a los escolares del tráfico en los acceso a las escuelas Brasil, Catalònia, Concha Espina –de educación especial– y la guardería Dolors Canals.
Contentos pero no satisfechos
Poco antes de las municipales, el anterior gobierno municipal de comunes y PSC bajo la batuta de Ada Colau propuso reducir el recorte de 95 a 55 puntos para estacionar en la calle de Perú. No bastó para que fructificase una entente. La oferta de rebaja se ha redoblado bajo la alcaldía de Jaume Collboni, que ha marcado distancias con el urbanismo que caracterizó a su antecesora y exsocia. En todo caso, el concejal de Sant Martí era el mismo antes que ahora, el socialista David Escudé.
«Estamos contentos pero no satisfechos, ya que el ayuntamiento ha ido rebajando las plazas a golpe de martillo, sin escuchar propuestas», critica Edorta Moreno, miembro de Ni una plaza menos. El ayuntamiento defiende que no es incompatible suavizar la eliminación de aparcamientos con que la entrada de los centros educativos se ponga a resguardo de la circulación. El ejecutivo municipal explica que se ampliará la acera del lado Besòs de la calle de Fluvià, frente a la entrada de la escuela Catalònia. Además, el espacio de aparcamiento de la calle de Perú adyacente al colegio pasará a ser en batería, de modo que se recuperará el estacionamiento que se quitará en Fluvià.
El gobierno local promete también «actuaciones de protección en las puertas» (principalmente con vallas) de la guardería Dolors Canals y los colegios Brasil y Concha Espina.
■