Collboni, forzado a la cuestión de confianza
El alcalde anuncia presupuestos para el 2 de mayo tras ser derrotados ayer en el pleno. «Nunca había visto tanta irresponsabilidad junta», espeta a Colau, que le considera «el único responsable» del desenlace.
Los presupuestos de Barcelona para 2024 fueron derrotados por la oposición en la votación definitiva que se celebró ayer en el pleno municipal. Solo el PSC y ERC votaron a favor. Ahora el alcalde, Jaume Collboni, tendrá que recurrir a una cuestión de confianza para aprobarlos, un sistema previsto para los gobiernos locales en minoría que permitirá que la ciudad tenga nuevas cuentas en abril.
Collboni culpó a Ada Colau del desenlace: «Jamás había visto tanta irresponsabilidad junta en tan poco tiempo. Su actitud ha causado el bloqueo de tres presupuestos progresistas y no voy a permitir que eso pase en el Ayuntamiento de Barcelona». Antes, ella le había atribuido haber «fracasado» y le señaló como «el único responsable» de este desenlace.
«Como me comprometí, Barcelona tendrá presupuestos, y los tendrá el 2 de mayo», anunció el alcalde. Porque ese será el plazo en el que concluirá el periodo de la cuestión de confianza, que se iniciará tras la convocatoria de un pleno extraordinario que se celebrará el próximo miércoles. Un mes después, habrá presupuestos si la oposición no se pone de acuerdo para elegir otro alcalde, lo que requeriría de alianzas imposibles.
Collboni elogió los presupuestos, que ascienden a 3.800 millones. También agradeció su voto a ERC. Solo los republicanos dieron apoyo al texto del gobierno del PSC, que recibió así 15 votos de 41, al ser rechazado por el resto de grupos. El no de Junts per Barcelona estaba claro hace tiempo, a pesar de que a principios de año hubo un momento en que el alcalde parecía decidido a pactar con el grupo de Xavier Trias. También el rechazo del PP y Vox estaba cantado.
El no de Colau
En el caso de Barcelona en Comú, el voto negativo se confirmó el jueves, aunque ya hace tiempo que las dos partes, socialistas y Comuns, han puesto sobre la mesa diferencias que complicaban mucho una entente.
Collboni, y su antecesora y exsocia, la presidenta del grupo de Barcelona en Comú, Ada Colau, no han llegado a un pacto porque ella pedía como condición para votar a favor que se cerrara a la vez un pacto de gobierno municipal entre socialistas y Comuns, con ERC como tercera pata de un tripartito. Pero Collboni lleva diciendo desde verano que primero quería un acuerdo sobre las cuentas para abordar después el de gobierno, y se ha mantenido en esa posición.
«Más no podíamos hacer», dijo Colau, que recordó que Barcelona en Comú contribuyó decisivamente a la investidura de Collboni con su voto y que permitió el trámite inicial en febrero para ganar un mes para negociar ese pacto de gobierno que no llega.
Por su parte, la presidenta de ERC, Elisenda Alamany, habló de «nueva etapa». Y es así: es cuestión de tiempo que la jefa de filas republicana se convierta en teniente de alcalde del gobierno de Collboni, si bien la convocatoria anticipada de las elecciones autonómicas del 12 de mayo podría retrasar ese movimiento.
Alamany apunta a Colau
Alamany subrayó que estos presupuestos han sido pactados por el PSC y su grupo. «Creo que hemos conseguido un muy buen acuerdo con el gobierno. Votamos un presupuesto con un gran retorno social». La republicana citó varias partidas incluidas por ERC e insitió: «Es un presupuesto progresista que nadie entendería que no fuera aprobado, especialmente por aquellos que defienden gobiernos progresistas». Es decir, los Comuns. «Hoy ponemos las bases para una nueva etapa y ERC está dónde siempre, trabajando para los barceloneses».
La concejala consideró «incomprensible» la actuación de Colau, sin citarla, pero aludiéndola, al referirse a que lo que pesó en su voto contrario es que el hecho de que «han cambiado los lugares donde se sientan unos y otros».
Conversaciones sin negociar
Junts per Barcelona, que llevaba días fuera del partido de los presupuestos, se limitó a volver a mantener sus tesis de estos meses. Lo hizo Ramon Tremosa, que subrayó que el texto presentado es el mismo que al principio del proceso, que el grupo rechazó de entrada. Tremosa agradeció las conversaciones mantenidas con el teniente de alcalde de Economía, Jordi Valls, pero recalcó que nunca llegaron a ser negociaciones.
Por parte del PP, Daniel Sirera calificó los presupuestos de ineficientes, y consideró que la prueba de ello que Colau los hubiera votado «sin tocar una coma» si hubiera logrado el pacto de gobierno que reclama. También criticó la «opacidad y oscuridad» que atribuyó a Valls, por no informar de los detalles de su acuerdo con ERC. Como Tremosa y Sirera, el concejal de Vox Gonzalo de Oro Pulido anunciado un no a las cuentas.
Valls, que en un turno inicial presentó el texto por enésima vez, contestó después a los grupos y les lanzó una advertencia: «Las posiciones numantinas no suelen ser fructíferas». A Junts le agradeció también las conversaciones pero aludió a los elementos que suscitaron desconfianza en el PSC para pactar en Barcelona con el grupo de Trias: que si las votaciones en el Congreso, que si las intenciones de Carles Puigdemont. A Sirera, Valls le contestó que enumeró «explícitamente» en comisión los elementos de su pacto con ERC.
El exalcalde de Manresa dejó a los Comuns para el final. A Colau le reprochó su «renuncia a Barcelona». «Han tenido la posibilidad en los últimos 10 días de aprobar presupuestos. Se han cargado dos pero con este no lo conseguirán», afirmó en alusión a las cuentas de la Generalitat, que no prosperaron por el veto de los Comuns en el Parlament, y a los estatales, que el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, renunció a negociar por la previsible falta de apoyo.
La respuesta a Colau
«¿No somos izquierda nosotros, señora Colau?», preguntó Valls, al formular una denuncia que lleva días suscribiendo, la de que los Comuns quieren monopolizar el es
«¿No somos izquierda nosotros?», preguntó Valls a Colau
pacio de la izquierda. «¿Es así como piensa proteger su modelo de ciudad? Usted tiene un legado que se le reconocerá. Querría darle unos datos, como dice la vicepresidenta del Gobierno», advirtió en una ácida alusión a Yolanda Díaz. «La pacificación de calles existió antes de que usted fuera alcaldesa», le dijo. «También el tranvía: 27 de los 29 kilómetros que hay los hicieron alcaldes socialistas», añadió.
Valls concluyó pidiendo a Colau que su grupo cambiara de voto y no rechazada las cuentas. «Usted no tiene la culpa de nada, la culpa es un concepto judeocristiano. Usted no tiene culpa ni debe pedir perdón ni hacer penitencia. Pero sí tiene responsabilidad. Y si no se aprueba el presupuesto usted tiene responsabilidad».
La exalcaldesa contestó al teniente de alcalde: «No pueden engañar a la ciudadanía». Colau recordó que el PSC intentó pactar con Junts y justificó su reclamación de asociar el pacto de presupuestos con el de gobierno por los indicios de que el gobierno del PSC ha estado revirtiendo en estos meses varias medidas implantadas por el anterior gobierno, que con ella como alcaldesa compartieron ambos partidos. «Podrán decir que es culpa de los Comuns pero usted es el último responsable», advirtió a Collboni.
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