Rusia eleva a 133 los muertos y detiene a 11 sospechosos del ataque
▶ Putin señala a Ucrania como responsable del atentado y clama venganza contra los que encargaron este «acto terrorista, sangriento y bárbaro»
tomas de rehenes en el teatro Dubrovka en octubre de 2002 y en la escuela de Beslán en septiembre de 2004, que acabaron trágicamente. La autoría de estas acciones terroristas ha sido seriamente cuestionada por investigaciones posteriores.
«Provocación deliberada»
Evocando estos antecedentes, tanto los servicios de inteligencia ucranianos como la oposición armada rusa acusaron, aunque sin datos o pruebas, al propio Estado ruso de lo sucedido. «Es una provocación deliberada de los servicios especiales de Putin», aseguró el portavoz de la inteligencia militar ucraniana, Andrii Yusov. La Legión Libertad de Rusia, grupo paramilitar ruso que actúa desde territorio ucraniano, también ha responsabilizado «al régimen terrorista de Putin» de la tragedia.
«Hemos visto manifestaciones similares de la dictadura del Kremlin desde los primeros días del mandato de Putin», reza un comunicado en referencia a los oscuros atentados cometidos durante el año 1999.
En una primera valoración para EL PERIÓDICO desde Washington, David Satter, primer periodista que acusó al régimen de Putin de embarcarse en acciones de terrorismo de Estado, descartó que el ataque en Crocus City Hall del viernes noche fuera un ataque de falsa bandera. «Es muy pronto para estar seguro, pero si Estado Islámico se atribuyó la autoría, es probablemente su ataque». Sobre la posibilidad de que los servicios de seguridad hicieran la vista gorda ante las actuaciones del grupo terrorista y permitieran la incursión terrorista, algo de lo que también el Estado ruso ha sido acusado en el pasado, Satter no lo descartó del todo, aunque se preguntaba por el motivo. «Algo así solo es útil si [las autoridades rusas] pueden culpar a los ucranianos», dijo.
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Apuntó ayer el Comité de Investigación ruso que la cifra de fallecidos del ataque del viernes contra la sala de conciertos Crocus City Hall en Moscú, ya es de 133, según las últimas informaciones. El número ha subido conforme los servicios de Emergencia van extrayendo cuerpos sin vida de entre los escombros del recinto, que fue incendiado por los atacantes y colapsó parcialmente. El Servicio de Seguridad Federal de Rusia, el FSB, ha anunciado este sábado la detención de 11 personas presuntamente vinculadas al atentado, reivindicado en principio por Estado Islámico, entre ellas cuatro supuestos responsables directos del ataque.
La agencia investigadora achacó los fallecimientos a las heridas de bala provocadas por los responsables del ataque y a la asfixia por el incendio de la sala durante el atentado. El comité ya había pronosticado que el número de fallecidos aumentará en las próximas horas mientras que un nuevo balance del Ministerio de Salud de Rusia ha indicado que ahora mismo hay 80 hospitalizados por el atentado, entre ellos 13 personas en estado crítico y 25 en estado grave (entre ellos dos niños). Al menos cuarenta personas han tenido que ser operadas de urgencia a lo largo de esta pasada noche. Ocho heridos han recibido el alta en las últimas horas.
En su primera comparecencia pública después del atentado, Vladimir Putin ha señalado a
Ucrania y la oposición rusa recuerdan el historial de atentados autoinfligidos durante mandatos de Putin
Ucrania, de quien ha dicho que buscaba que los terroristas pudieran escapar hacia su territorio a través de un «pasillo», es decir, un acceso habilitado en la misma frontera, que según él habría preparado Ucrania. «Los cuatro autores directos del ataque terrorista, todos los que dispararon y mataron a personas, fueron hallados y detenidos. Intentaron esconderse y se desplazaron hacia Ucrania», ha subrayado.
Día de luto nacional
Tras pedir cooperación antiterrorista a Occidente, el presidente ruso ha denunciado este «acto terrorista, sangriento y bárbaro» y ha anunciado que hoy será día de luto nacional «Todos los autores, organizadores y los que encargaron este crimen recibirán un merecido e inevitable castigo, sean quienes sean e independientemente de que los hayan enviado», ha advertido en la alocución televisiva. Previamente tanto Estados Unidos como Reino Unido advirtieron de la posibilidad de que hubiera un atentado en actos multitudinarios en Moscú, algo que el Kremlin consideró que era un intento de «desestabilizar» Rusia.
Mientras tanto, las fuerzas de seguridad siguieron ayer, ya extintas las llamas, «con la inspección del recinto y la incautación de pruebas materiales» y el estudio de las grabaciones de las cámaras que captaron el tiroteo.
La agencia ha confirmado que los atacantes emplearon durante el atentado «un líquido inflamable para incendiar el local de la sala de conciertos» mientras disparaban a los espectadores con armas automáticas que «han sido descubiertas e incautadas por los investigadores». Las llamas acabaron provocando el desplome de parte del techo del recinto.
Ciudad blindada
Las caras largas son lo habitual en las calles de Moscú tras el terrible atentado del pasado viernes. Los alrededores del centro comercial están totalmente fortificados por las fuerzas de seguridad rusas, algo que no impidió que algunos moscovitas acudieran a dejar flores en honor a las víctimas, que se depositaron en las vallas que acordonan la zona. Según informan medios rusos, los locales se han volcado en la campaña de donación de sangre para socorrer a los heridos y han formado largas colas en los centros de recogida que se han preparado en esta ocasión. Moscú llevaba desde 2011 sin sufrir un ataque de este tipo, cuando estalló un artefacto bomba en un aeropuerto.
La capital rusa, así como regiones del país como Vologda, Tatarstán entre muchas otras, decretaron suspendieron todos los eventos deportivos y culturales planeados para el fin de semana. Mientrastanto, aeropuertos, metros y estaciones de tren ha doblado su vigilancia y los registros a pasajeros.
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