Las áreas protegidas aumentan la abundancia de peces
Un estudio elaborado por un grupo de científicos ha demostrado que las Áreas Marinas Protegidas son una herramienta que realmente funciona para la recuperación de zonas en declive y logran aumentar tanto la variedad como la cantidad de peces. Es más, esa mejora se produce incluso en situaciones de olas de calor marinas, cuando dichas áreas protegidas resisten mucho mejor esos fenómenos derivados del cambio climático.
El estudio, liderado por el profesor Lisandro BenedettiCecchi, de la Universidad de Pisa (Italia), y en el que participan equipos de Italia, España, Portugal, Canadá, Estados Unidos y Australia, aporta nuevos datos sobre los efectos globales de las áreas marinas protegidas (AMP). El investigador de la Universidad de Murcia (UMU) José Antonio Garcia Charton ha participado en dicho estudio.
La investigación muestra evidencias sólidas de que estas áreas desempeñan un papel «crucial» en la mitigación de los impactos adversos de las olas de calor marinas a nivel mundial, según informaron fuentes de la institución docente en un comunicado. A través de la recopilación de datos de 357 áreas marinas protegidas y 747 áreas no protegidas en 50 ecorregiones marinas de todo el mundo, el equipo de investigación ha logrado una visión integral de la influencia que tienen estas áreas sobre la biodiversidad en el contexto del cambio climático.
«Los resultados del estudio demuestran que las áreas marinas protegidas no solo contribuyen a una mayor diversidad, abundancia y biomasa de peces, tal y como hemos establecido en multitud de investigaciones anteriores alrededor del globo, y en especial en el Mediterráneo, sino que también juegan un papel crucial en la capacidad adaptativa de los ecosistemas marinos frente a los cambios ambientales inducidos por el cambio climático», ha explicado el profesor García Charton.
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