El Sant Pau, pionero en el uso de radioterapia contra la fascitis plantar
«La radioterapia
tiene un efecto antiinflamatorio y la usamos con dosis muy bajas»
La sobrecarga al «caminar más de la cuenta» es el motivo más habitual de fascitis
Aproximadamente una de cada 10 personas sufre esta patología a lo largo de su vida. Los mayores (sobre todo si tienen sobrepeso) y los ‘runners’ son quienes más la padecen. La radioterapia ha demostrado una eficacia del 80% en la mejora del dolor de personas que no mostraban ninguna mejoría con el resto de tratamientos.
La fascitis plantar, que consiste en la inflamación de la fascia plantar (el tejido grueso de la planta del pie), es uno de los males más habituales en las consultas de los traumatólogos. Aproximadamente una de cada 10 personas sufre esta patología a lo largo de su vida. Los mayores (sobre todo si tienen sobrepeso) y deportistas (especialmente los runners) son quienes más la padecen. El Hospital de la Santa Creu i Sant Pau (Barcelona) ha creado un programa pionero para tratarla con radioterapia. Es decir, desde el servicio de Oncología. La radioterapia ha demostrado una eficacia del 80% en la mejora del dolor de personas que no mostraban ninguna mejoría con el resto de tratamientos. «La radioterapia se ha utilizado siempre para tratar lesiones benignas. Alemania tiene mucha experiencia en esto. La radioterapia tiene un efecto antiinflamatorio y nosotros la estamos usando, con dosis muy bajas, para reducir la inflamación por fascitis plantar y la artritis de rodilla», explica Josep Isern, adjunto al Servicio de Oncología Radioterápica de Sant Pau. Aunque hay más hospitales con experiencia en esto (como el Gregorio Marañón de Madrid), Sant Pau es el primero de España en crear un programa específico para tratar la fascitis plantar a través de un protocolo. Estará en funcionamiento el mes que viene y los médicos prevén tratar a unos 10 pacientes al mes. A cada uno de ellos se le administrará seis sesiones de radioterapia durante dos semanas.
«En breve este programa será una línea más de tratamiento. Registraremos los datos e informaremos bien a los enfermos para no causarles un trauma al verse derivados al servicio de Oncología», cuenta el doctor Isern, quien además precisa que los médicos seleccionarán «muy bien» a los pacientes tributarios de esta terapia. «Solo es para las fascitis plantares que son refractarias al resto de tratamientos. Las dosis [de radiación] son bajas y no hay efectos secundarios ni a corto ni a largo plazo», explica por su parte Pablo Fernández de Retana, traumatólogo de la Unidad de Pie y Tobillo de Sant Pau. «Los aparatos son tan potentes, que permiten radiar zonas muy concretas, sin afectar otras», añade. De los «20 o 25 enfermos» que este traumatólogo visita cada día, unos «tres o cuatro» tienen fascitis plantar.
¿Cuáles son las causas?
Según el traumatólogo Fernández de Retana, la fascitis plantar «es una lesión muy habitual en las consultas de pie y tobillo». Hay tres causas principales de esta patología: el sobrepeso, el estar mucho tiempo de pie (por ejemplo, aquellos trabajos que requieren estar levantado todo el tiempo) y la retracción en los gemelos.
Sin embargo, hay dos grupos que suelen sufrir más fascitis plantar. Por un lado, las personas de entre 40 y 60 años porque, con los años, «se pierde elasticidad en la musculatura» y suele haber un componente de «ganancia de peso», según el traumatólogo Fernández de Retana. Por otro, los atletas y corredores populares. De hecho, esta es una de las patologías más habituales entre estos deportistas. Como cuenta la podóloga del Policlínico HM Sant Andreu Isabel Serrano, los ejercicios de «impacto» suelen estar detrás de la fascitis plantar. « Running, atletismo... Estos deportistas están sometidos a mucho estés», apunta. Además, las «sobrecargas» son el motivo más habitual de fascitis plantar, señala Fernández de Retana. Por ejemplo, «caminar más de la cuenta».
¿Cuáles son los tratamientos?
Además de la radioterapia que Sant Pau ya usa para los pacientes más crónicos, existen Además de la radioterapia que Sant Pau ya usa pa
ra los pacientes más crónicos, existen otros tratamientos. «Solemos buscar terapias menos invasivas y que sean conservadoras. El tratamiento es multifactorial: un trabajo conjunto de podólogos, traumatólogos y fisioterapeutas. En podología hacemos un análisis biomecánico del pie del paciente y, si vemos afectación en su marcha, solemos usar unas plantillas personalizadas», dice Serrano. También ayuda, precisa Fernández de Retana, la utilización de «taloneras de silicona», así como «férulas nocturnas» para que el pie se mantenga «a 90 grados» al dormir.
Además, existen para el dolor tratamientos antiinflamatorios que se toman vía oral e infiltraciones de cortisona. Y, también, ondas de choque (también llamadas radiofrecuencia). «Solemos dar varias sesiones y lo que se busca es el efecto antiinflamatorio», añade Serrano. Según esta podóloga, hay un «arsenal terapéutico bastante amplio» para tratar la fascitis plantar. «Solo si fracasa todo esto, el paciente es derivado a la intervención quirúrgica».
¿Qué calzado usar?
Los zapatos son clave a la hora de evitar la fascitis plantar. «El calzado debe tener una buena amortiguación», dice Fernández de Retana. La podóloga Serrano asegura que esta enfermedad «va a más», muy posiblemente porque cada vez hay más personas que hacen deporte. «Tiene mucho que ver con el calzado inadecuado. Es un clásico que en invierno nos llegue mucha fascitis plantar porque se han utilizado chanclas en verano», afirma.
En la mujer existe una relación directa entre la fascitis plantar y el acortamiento de la musculatura posterior de la pierna. Cuanto mayor acortamiento, más posibilidades de que aparezca esta patología. El uso frecuente de tacones es una de las causas más comunes.
Entre los 40 y 60
años se sufre más fascitis al perder elasticidad en la musculatura
El calzado
inadecuado es también un factor de riesgo pafra esta dolencia