El Betis pierde a ‘Don Manué’
Manuel Ruiz de Lopera, presidente y máximo accionista del Betis entre 1992 y 2010, falleció a los 79 años. Su gestión dejó un reguero de anécdotas y polémicas en el futbol de la época.
Por estas fechas Don Manué ya se preparaba para los días grandes de Sevilla en los que su Betis no era lo único que le quitaba el sueño. Risueño desde su balcón de la calle Sierpes, su cita cada Madrugá con el señor del Gran Poder era innegociable. Hasta que en la madrugada del Domingo de Ramos, fallecía a los 79 años Manuel Ruiz Ávalos, más conocido como Manuel Ruiz de Lopera, el dirigente bético más icónico que ha tenido el club, su expresidente y consejero delegado entre 1992 y 2010.
Si hay una frase de Lopera que ha traspasado el umbral del fútbol es la que pronunció el 8 de mayo de 1994, tras vencer el Betis 0-2 al Burgos y ascender a Primera División: «¡Estábamos en la UVI, nadie daba un duro por nosotros! ¡Yo os entrego a ustedes un Betis libre, limpio, en primera, de ustedes! ¡Viva el Betis!». Un ejemplo de la personalidad del peculiar empresario que más anécdotas ha dejado en la historia reciente del club verdiblanco.
Don Manué, como así lo conocen los béticos, comenzó con problemas digestivos en 2017, cuando tuvieron que extirparle 50 centímetros de intestino. Después de años luchando contra esta infección intestinal, en febrero ingresó de nuevo en una clínica sin poder finalmente esta vez superar la enfermedad.
Un hombre hecho a sí mismo
Lopera fue un hombre hecho a sí mismo que empezó vendiendo electrodomésticos a plazos y creó un conglomerado de empresas hasta constituir varias sociedades inmobiliarias dedicadas a la compraventa, préstamos e inversiones inmobiliarias (Tegasa, Farusa, Incecosa...) y amasar una pequeña fortuna.
Una personalidad que le valió para lanzarse a la compra del Betisen 1992, convirtiéndose en el máximo accionista y dueño con la compra del 31% de las acciones. El pasado octubre, el Tribunal Supremo confirmó que no llegó a realizar ningún desembolso por la suscripción de dichas acciones.
En su legado quedan dos ascensos y la segunda Copa del Rey, ganada en 2005 a Osasuna, y ser el primer club andaluz en disputar la Champions League. No todo fueron festejos deportivos. En 1997 perdió ante el Barça la final de Copa y en el 2000 sufriría el primero de sus dos descensos. El segundo fue en 2009, provocando que todo el beticismo inundara el 15 de julio las calles de Sevilla pidiendo su salida.
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