Un fiscal vinculado a la mafia rusa, al frente de la investigación
El responsable de las pesquisas del ataque de Moscú dirigió investigaciones sin fundamento que acusan al Ejército de Ucrania de la matanza de Mariúpol y a EEUU de explorar con armas biológicas en ese país.
Fue la primera personalidad de peso en aparecer en Crocus City Hall, el mismo viernes por la noche, a eso de las 22.00 horas, cuando incluso no se habían recuperado muchos de los cadáveres que aún quedaban en el interior del recinto destruido y el incendio tampoco había sido extinguido. Aleksándr Bastrykin, al frente del Comité de Investigación, cuyas funciones son equiparables a las de la Fiscalía General en España, arribó, raudo y veloz, al escenario de la tragedia donde habían sido asesinadas instantes antes 137 personas, acompañado por la fiel Svetlana Petrenko, representante de las relaciones con los medios de comunicación. Desde entonces, el fiscal en cuestión ha desplegado una frenética actividad, debidamente reportada en la controlada prensa local, presidiendo reuniones en Moscú, emitiendo deliberaciones y coordinando misiones de investigadores.
«Los resultados esperados»
El hombre que dirigirá las pesquisas del peor acto terrorista en la capital rusa en dos décadas es un muy cuestionado magistrado de «total confianza» de Vladímir Putin, capaz de iniciar investigaciones «sin ningún fundamento» para beneficiar a las autoridades rusas y producir «los resultados que espera el Kremlin», denuncia desde París a EL PERIÓDICO Anastasia Kirilienko, periodista especializada en crimen organizado ruso para la web de investigación The Insider. Además, ha sido incluido en una lista negra elaborada por la Fiscalía General del Estado de España, debido precisamente a sus vínculos con poderosos clanes mafiosos que se instalaron en la costa de nuestro país en la primera década de este siglo.
La lista de casos falsos o directamente fantasiosos que maneja el departamento de Bastrykin es larga, y en los últimos tiempos ha estado centrada en torno a la guerra de Ucrania. En abril de 2022, inició una investigación contra las Fuerzas Armadas del país eslavo, a las que acusa de haber abierto fuego deliberadamente contra la maternidad de Mariúpol. Las imágenes de una mujer embarazada gravemente herida siendo trasladada en camilla y a punto de morir dieron entonces la vuelta al mundo, sin que exista duda alguna entre los investigadores internacionales acerca de la autoría rusa.
Bulos e investigaciones
El mes anterior, ya lanzó pesquisas para dilucidar acerca de la existencia de laboratorios para elaborar armas biológicas en el este de Ucrania que, según él, experimentaban con la población rusófona del Donbás, un bulo que tuvo su origen en una publicación online en Bulgaria. El clímax de todo ello se vivió también en esa primavera, cuando el presidente ruso le encargó abrir una investigación por la difusión de «informaciones falsas» por parte del Gobierno de Kiev, que acusaba al Ejército ruso de la masacre de Bucha, donde perecieron 400 personas, y el bombardeo de la estación de Kramatorsk, en el que perdieron la vida una cincuentena de personas.
Bastrykin es un viejo conocido de los investigadores que llevaron el caso Troika en España, el macrosumario contra la logia criminal de San Petersburgo Tambóvskaya y Malishevskaya que propició detenciones de presuntos altos dirigentes de la mafia rusa en Mallorca y la Costa del Sol, incluyendo al propio líder, Gennadios Petrov. De acuerdo con las escuchas telefónicas realizadas por la policía española y repasadas por la periodista Kirilenko, el nombramiento de Bastrykin fue promovido y celebrado por los encausados, según se desprende de algunas de sus conversaciones.
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