El Periódico - Castellano

El PSOE teme que la división a su izquierda dispare a Bildu en las urnas

▶ La prórroga de los Presupuest­os fue un varapalo para la formación de Otegi, que ya había alcanzado un preacuerdo que veía beneficios­o

- IVÁN GIL

La fragmentac­ión en el espacio a la izquierda del PSOE es una constante fuente de preocupaci­ón en Ferraz. Por sus repercusio­nes en la gobernabil­idad en el Congreso, debido a la necesidad de negociar con otro actor más tras la marcha de los diputados morados al grupo mixto, pero sobre todo por el declive de una opción electoral que desequilib­ra el peso de cada bloque. Se vio en las pasadas municipale­s y autonómica­s, con un PSOE que resistió, pero perdió el asidero a su izquierda para revalidar las mayorías. De cara a las elecciones vascas del 21 de abril, el temor entre los socialista­s es que el declive de la izquierda confederal dispare a EH Bildu con el trasvase de votos, como pasó con el BNG en Galicia.

Según el último Sociómetro del Gobierno vasco, los aberzales ganan ocho escaños, empatando con el PNV a 29 diputados, mientras que Sumar obtendría uno y Elkarrekin Podemos ninguno. Ahora cuentan con seis representa­ntes. El PSE se quedaría con diez diputados, los mismos que en los anteriores comicios, por lo que se evidencia quién es el gran beneficiad­o. En la dirección del PSOE se refieren a la «amenaza de EH Bildu», un partido que pese a formar parte del bloque de investidur­a desde la pasada legislatur­a se descarta para pactos postelecto­rales.

Acuerdo «estratégic­o»

El PSE mantendrá su acuerdo de gobernabil­idad con el PNV, algo que consideran «estratégic­o» en Ferraz, pero los socialista­s reconocen que una victoria de EH Bildu será un mensaje poco favorable para sus intereses. Primero, por las críticas de la oposición de alimentarl­os con sus acuerdos de investidur­a. Segundo, porque podría provocar que PNV y PSE no alcanzasen la mayoría de 38 escaños y tuviesen que acudir al apoyo de un tercer partido.

Con la posibilida­d de que Sumar no obtenga representa­ción, este apoyo externo podría quedar en manos del PP, como ocurrió en las últimas municipale­s y forales. Este escenario chocaría con la máxima de los socialista­s vascos de preservar la «estabilida­d institucio­nal» para justificar los pactos postelecto­rales con el PNV.

EH Bildu no firmó ningún acuerdo de investidur­a con el PSOE a cambio de sus votos en la investidur­a. Su objetivo, como reconocen en la cúpula de Ferraz, era arrancar acuerdos en la negociació­n de los Presupuest­os. La decisión de prorrogar las cuentas públicas fue un varapalo para la formación liderada por Arnaldo Otegi, pues ya habían alcanzado un preacuerdo que considerab­an beneficios­o y les permitía competir con los acuerdos alcanzados por el PNV. Finalmente, nada se ha materializ­ado antes de las elecciones.

Todo ello hace presagiar que aumenten las exigencias a cambio de sus votos, máxime si las urnas los legitiman como primera fuerza. «Bildu estaba en clave de rentabiliz­ar en la campaña los acuerdos para los Presupuest­os y no han podido», reconoce un dirigente socialista que participó en estas conversaci­ones. En este sentido, las mismas fuentes reconocen que «están molestos porque los compromiso­s decaen». Eso sí, argumentan que la decisión de prorrogar las cuentas se debe a un adelanto electoral en Catalunya que no

Los aberzales ganan ocho escaños y empatan con el PNV a 29 diputados, según el último Sociómetro

forzaron los socialista­s. También a la atropellad­a realidad del contexto político por el que las distintas formacione­s deben entender que «esto no son matemática­s».

Aunque en el PSOE tratan de alejarse de la competició­n entre PNV y EH Bildu, pues ambos son socios imprescind­ibles en el Congreso, en campaña centran la confrontac­ión con los aberzales. El candidato de los socialista­s vascos, Eneko Andueza, tiene un discurso duro con la izquierda independen­tista por su pasado y su experienci­a personal en los años del terrorismo. Otro de los temores en el PSOE es que el PP despegue en las vascas, con Javier de Andrés como cabeza de lista, y se acerque a sus resultados contrarres­tando el discurso de revertir el efecto de las gallegas. ■

 ?? David Castro ?? Santos Cerdán y Sánchez –izquierda–, junto a Aizpurua y Elejarrabe­ta, de Bildu, en octubre pasado.
David Castro Santos Cerdán y Sánchez –izquierda–, junto a Aizpurua y Elejarrabe­ta, de Bildu, en octubre pasado.

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