El Tour de Flandes se queda huérfano sin Van Aert
Van der Poel tiene mañana domingo una autopista abierta tras la ausencia de su gran rival belga, que no sabe cuándo volverá después de su grave caída.
Un Tour de Flandes (mañana a las 13.45 horas en Teledeporte e íntegro por Eurosport, desde las 9.45) sin Wout van Aert es como subirse a una bici sin ruedas. La grave caída del ciclista flamenco ha dejado sin el héroe que iba a correr ante centenares de miles de paisanos por muchas de las carreteras donde entrena habitualmente. Y lo peor es que, desgraciadamente, no hay fecha de retorno para uno de los corredores más espectaculares del ciclismo.
LociertoesqueVanAertnoeraeste domingo el principal favorito al triunfo porque, con él o sin él, el gran candidatoalavictoriaerayesMathieu van der Poel. Pero lo lógico y salvo un accidente como el que sufrió el ciclista flamenco el miércoles en A Través de Flandes, donde preparaba la cita dominical, era que la gran pareja del ciclocrós, las clásicas y las mejores fugas del Tour, volviera a deleitar al público en general con uno de sus fantásticos duelos.
Sin Van Aert en la escena de la carrera, Van der Poel podrá poner una pica en Flandes sin excesivos problemas porque en el horizonte, si no hay una sorpresa , no se ve a nadie que pueda arrebatarle la victoria que el nieto de Raymond Poulidor ya ha conseguido en dos ocasiones. Y hasta nimerecelapena,comoquienpresume de haber acertado una quiniela o un euromillón, nombrar a todos los rivalesconlosqueseencontrarálaestrella neerlandesa. Tampoco estará Tadej Pogacar, ganador hace un año.
Posiblemente, hasta la aparición de los genios Van der Poel y Van Aert, nunca había habido un duelo tan intenso y loco en el mundo del ciclismo, hasta el punto de que ambos han cruzado su camino desde la época juvenil. Por eso, la caída de Van Aert ha sido un duro mazazo, principalmente para el corredor que ha sufrido el dolor y las consecuencias del accidente, pero en líneas generales para el ciclismo.
Van Aert tuvo una fortísima caída a velocidad endiablada cuando varios corredores se fueron al suelo durante una bajada en A través de Flandes. El parte médico emitido no pudo ser más preocupante: clavícula, siete costillas y el esternón rotos; adiós no sólo al Tour de Flandes, sino a la París-Roubaix que se disputa el próximo domingo y, además, con la tremenda duda de su participación, ya en mayo, en el Giro. Nadie quiere descartarlo. Sólo se habla de su recuperación y se recuerda cómo se desgarró el muslo en la contrarreloj de Pau durante el Tour de 2019 por culpa de una valla mal colocada. Se pasó dos meses sin poder competir.
Cambio de planes
El accidente ha supuesto para el Visma, antes Jumbo, el equipo de Van Aert, un cambio de planes sin que por ahora se quiera hablar de un necesario plan B. Sin líder en las clásicas y seguramente en el Giro, el conjunto neerlandés necesita un sustituto y sin descubrir aún si Van Aert podrá estar en el Tour, donde lo desea Jonas Vingegaard. Todos saben que mentalmente no quería disputar este año la ronda francesa por lo que la ruta hacia los Juegos Olímpicos y la Vuelta podría ser su camino más deseado, pero quizás ahora no el del Visma.
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