El Periódico - Castellano

«Usamos bici y transporte público, y la ropa de mi hijo me la da una amiga»

Madre de Axel, de 7 años, y Aitor, de 2, es una de las activistas de Mothers Rebellion for Climate Justice (Rebelión de las Madres por la Justicia Climática), organizaci­ón nacida en 2022 en Suecia.

- OLGA PEREDA

Más de 3.000 mujeres que luchan contra la crisis climática forman parte de Mothers Rebellion for Climate Justice. En España también están organizada­s. Hay un grupo de 20 en Madrid, y otras 30 en Barcelona. Luchan por el planeta en el que vivirán sus hijos. Quieren hacer ruido y que la comunidad política las escuche. Hablamos con Carolina Bonache en su casa de Madrid durante un receso de su trabajo como técnica de proyectos. «La escuela debería inculcarle­s el activismo para que no sean solo corderitos. Queremos que nuestros hijos sean activos en política, que tengan pensamient­o crítico», proclama la activista.

— Las madres no solo crían, educan y trabajan fuera de casa. También luchan por el clima.

— Sobre todo cuando tienes unos Gobiernos que no están haciendo nada. Es una injusticia. Con el actual consumo de recursos y la manera que tenemos de relacionar­nos con el medio ambiente, las generacion­es futuras van a tener muy difícil prosperar y sobrevivir. Como madres, nos preocupa el futuro de nuestros hijos y por eso luchamos por el planeta. Y aunque no tengas hijos también te debería preocupar. Nos mueve el amor a la vida, el amor al planeta, la naturaleza y los seres humanos. Debemos conservar la vida en la Tierra. Pero el sistema actual solo está preocupado por el corto plazo y el dinero frente al bienestar de las personas. Nosotras queremos que nuestros hijos tengan una oportunida­d en el futuro.

— ¿Cómo es la lucha en la calle de la Rebelión de las Madres?

— Buscamos un sitio público donde se nos vea y nos sentamos en círculo. Llevamos pancartas dibujadas por nuestros hijos, hacemos teatrillo y cantamos canciones. Escogemos lugares emblemátic­os. Por ejemplo, el Museo Reina Sofía, en Madrid.

— ¿Cómo se lucha en cada casa a título personal?

— Reducimos al mínimo el coche. Usamos transporte público y bici. Somos consciente­s de que los aviones son muy contaminan­tes. Compramos en supermerca­dos ecológico.s La agricultur­a también es fuente de cambio climático, pero si es sostenible puede ser una ayuda para combatirlo. Reciclamos y consumimos con conciencia.

— La industria de la moda también es muy contaminan­te, pero hay madres que compran muchas prendas a sus hijos e hijas. ¿Qué hacen ustedes?

— El sistema nos reduce a consumidor­es, pero yo nunca le compro ropa a mi hijo Axel. Siempre me la da una amiga. Donde sí me gasto dinero es en comida, que es toda ecológica, pero también estoy invirtiend­o en salud. Volviendo a la ropa, tampoco compro mucha para mí. Casi siempre me la dan. Y también tengo la mía, que me dura 20 años. Cuando compro prendas nunca lo hago si son de poliéster. Solo tengo fibras naturales, como el algodón o la lana.

— ¿Qué hacemos con los disfraces que piden constateme­nte en el colegio y que los chavales terminan usando solo un día después de comprarlos en un bazar?

— Con lo estupendos que son los disfraces hechos con cuatro cosas que tienes por casa, ¿verdad? Nos falta tiempo e imaginació­n. Y lo mismo pasa con los regalitos que muchos niños llevan a sus compañeros por su cumpleaños. Nosotras intentamos que sean cosas caseras. El otro día, un niño llevó libretas hechas por él.

— La crisis climática es muy seria. ¿Cómo combaten la ecoansieda­d que puede generar en los niños y las niñas?

— Hablando de las soluciones y estando juntos. Si yo, como madre, me empiezo a agobiar por el futuro, mi tormento es mayor. Pero me junto con otra madres, buscamos soluciones y estamos activas. Así te lo tomas de otra manera. Nuestros hijos vienen con nosotras, dibujan carteles y participan con nosotras en las manifestac­iones. Les hablamos de cuidar a la naturaleza, que es algo positivo.

— Madres contra la droga. Madres coraje por la escuela inclusiva. Madres por el clima... ¿Deben los políticos temer a las madres?

— Y no te olvides de las Madres de la plaza de Mayo. Ojalá haya presión social para que las cosas cambien. Las madres somos guerreras porque los hijos son lo más importante de nuestras vidas. Las madres luchamos por la vida y lo damos todo. Ojalá nos teman los políticos. Ojalá nos tengan en cuenta.

— ¿Solo hay madres en sus filas?

— También hay padres, son más que bienvenido­s. El término ‘padres’ engloba también a madres, pero le hemos dado la vuelta.

— ¿Qué debería hacer el sistema educativo para apoyar la rebelión de las madres?

— Darles informació­n sobre qué es el cambio climático y cómo se puede combatir. Hay que fomentar la conexión de la infancia y la juventud con la naturaleza. Disponer de un huerto en el colegio y separar residuos. La escuela debería inculcarle­s el activismo para que no sean solo corderitos. Queremos que nuestros hijos sean activos en política, que tengan pensamient­o crítico, que escriban, por ejemplo, una carta al presidente o presidenta de su comunidad autónoma.

— Muchas familias dirán que el cole está para enseñar matemática­s y lengua, y ya está.

— El cambio climático es proteger la vida. ¿Cómo alguien se puede oponer a proteger la vida en el futuro?

— El otro día, cuando Murcia sufría 30ºC en invierno, un vecino decía que el «calorcito es bueno» porque así «la cerveza entra mejor».

— Qué manera de no centrarse en el problema real. ¿Sabe ese señor que la producción de alimentos se va a reducir con el aumento de las temperatur­as? ¿No está viendo las inundacion­es, las sequías y los fenómenos extremos? Por no hablar de los países más vulnerable­s, que no contaminan pero que están pagando las consecuenc­ias de la contaminac­ión de otros países. Tenemos que ser responsabl­es de lo que les está pasando a otros seres humanos en la Tierra. Seamos empáticos, esa es otra lección para nuestros hijos.ec pede justo, fringilla vel, aliquet nec, vulputate eget, arcu. In enim justo, rhoncus unite.

— ¿Es optimista con la lucha contra la crisis climática?

— No se puede ser pesimista. Nos enfrentamo­s a un problema que impedirá que comamos y que respiremos bien.

«Donde sí me gasto dinero es en comida ecológica, pero estoy invirtiend­o también en salud» «Combatimos la ecoansieda­d de los hijos hablando de soluciones y estando juntos»

 ?? David Castro ?? Carolina Bonache, con sus hijos Axel, de 7 años, en la bicicleta, y Aitor, de 2.
David Castro Carolina Bonache, con sus hijos Axel, de 7 años, en la bicicleta, y Aitor, de 2.

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