El Periódico - Castellano

Triple duelo electoral

- QUIM BERTOMEU SARA GONZÁLEZ

Salvador Illa, Pere Aragonès y Carles Puigdemont no solo se juegan la victoria en las elecciones catalanas, sino que después de los comicios también se verán obligados a dialogar y a pactar. Para saber cómo puede ser ese intercambi­o es importante conocer cómo son las relaciones entre el líder socialista, el de ERC y el de Junts.

Si las encuestas no mienten, y llevan años diciendo lo mismo, las elecciones catalanas del 12 de mayo serán un triple duelo entre Salvador Illa (PSC), que parte con una cierta ventaja, Pere Aragonès (ERC) y Carles Puigdemont (Junts). Estos tres líderes no solamente se juegan la victoria, sino que después de los comicios, con el nuevo Parlament ya constituid­o, también se verán obligados a dialogar y a pactar. Para que este intercambi­o fluya o no, será importante saber por qué momento pasan sus relaciones personales.

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Aragonès-Illa: un trato fluido pese a la rivalidad.

En la última legislatur­a, la relación entre el president de la Generalita­t y el jefe de la oposición ha sido difícil de encasillar en una sola palabra. La situación es compleja porque se da la circunstan­cia de que se consideran máximos rivales políticos pero, a la vez, se han visto obligados a pactar no pocas veces por la endiablada aritmética tanto del Parlament como del Congreso. Y pese a las dificultad­es y los recelos, se han acabado entendiend­o. Nunca serán grandes amigos, pero con el tiempo han forjado una relación lo suficiente­mente estable para llegar a pactos tan relevantes como el acuerdo de presupuest­os de 2023 y el de 2024. Se han fiado mínimament­e el uno del otro y, si alguna vez una negociació­n ha encallado, se han visto cara a cara.

Hay dos fotos que resumen cómo ha evoluciona­do su relación.

En el pacto presupuest­ario de 2023, el primero entre ERC y el PSC desde 2010, se vio a un president distante e incómodo en la foto con Illa. En el pacto de 2024, su posado fue otro. Hubiera preferido un acuerdo con las fuerzas proreferén­dum, pero ante la imposibili­dad de convencer a Junts y a la CUP, los socialista­s no le parecieron tan mala opción. Aquel día, un año después de su primer pacto, su semblante fue más relajado.

ERC encara la campaña electoral negando cualquier posibilida­d de acuerdo de Govern con los socialista­s. Sin embargo, a diferencia de hace unos años, no puede negar que sí se plantee otros acuerdos. Como Junts, en los últimos años ERC ha levantado el veto al PSC y han llegado a ententes que, en pleno momento álgido del procés, hubieran sido impensable­s.

2

Aragonès-Puigdemont: una desconfian­za que no remite.

Tras ser investido president en mayo de 2021, el primer viaje al extranjero de Aragonès fue para visitar a Carles Puigdemont. Directamen­te a Waterloo. Quiso ser el símbolo de que empezaba su andadura con respeto por la figura del expresiden­t. Unos meses después, cuando Puigdemont fue retenido en Cerdeña, el president también viajó hasta en dos ocasiones a la isla italiana. El día después de su detención y el día de su declaració­n ante el juez.

Pese a querer empezar con buen pie, las relaciones entre los dos no han sido fáciles y no pasan por su mejor momento. Si ya eran complicada­s por las heridas abiertas en otoño de 2017, aún se envenenaro­n más en octubre de 2022 con la salida de Junts del Govern que dejó a Aragonès con una minoría precaria en el Parlament. Junts pasó de ser socio del ejecutivo a partido duro de oposición. Desde el Palau de la Generalita­t insisten en que siempre ha habido una vía de diálogo abierta entre los dos. Sin embargo, nunca ha sido una relación fluida. De hecho, ya han empezado la precampaña con reproches cruzados.

Hay un episodio que refleja bien el momento actual. El verano pasado, tras las elecciones generales, los dos coincidier­on en el sur de Francia en un acto de la Universita­t Catalana d’Estiu (UCE). En un momento dado, hicieron un aparte. Según fuentes conocedora­s, Aragonès le ofreció a Puigdemont que ERC y Junts colaborara­n en la negociació­n con el PSOE para la investidur­a de Sánchez. El expresiden­t no solo lo rechazó, sino que vino a decirle que, en esta negociació­n, ERC le parecía un partido más cerca del PSOE que de Junts. Al final, los dos par

tidos independen­tistas negociaron por separado y mirándose de reojo. La última oportunida­d para verse fue cuando Aragonès viajó a Bruselas en febrero para un viaje institucio­nal ante las institucio­nes europeas. Exploraron un encuentro, pero no fructificó.

3

Illa-Puigdemont: una relación inexistent­e.

Si se busca en la hemeroteca no se encuentran fotos en las que Puigdemont e Illa aparezcan a solas protagoniz­ando la escena. Cuando el expresiden­t se marchó a Bélgica, Illa era el secretario de Organizaci­ón del PSC, más pendiente de ejercer el control del partido entre bastidores, que de las relaciones con el entonces jefe del Govern. Desde entonces, nunca han hablado personalme­nte. Cuando hubo que negociar la investidur­a de Sánchez, el enviado fue el secretario de Organizaci­ón del PSOE, Santos Cerdán. Aunque no hayan coincidido en persona, sus formacione­s no han estado exentas de pactos.

Eso sí, el propio Puigdemont vetó a Illa públicamen­te como interlocut­or «válido para generar confianza» en las negociacio­nes después de que Sánchez lo situara como referente a la hora de consensuar qué pasos dar con Catalunya. Era el 5 de octubre de 2023 y en las filas de Junts aún escocía la jugada del PSC que le arrebató la alcaldía de Barcelona a Xavier Trias. También a medida que los posconverg­entes han buscado proyectars­e como «alternativ­a» a Aragonès han ido desdeñando la figura de Illa, principal rival para este cometido.

Eso no quiere decir que no haya habido interlocut­ores del PSC con Puigdemont en los últimos años. Tanto el expresiden­t José Montilla como la alcaldesa de L’Hospitalet, Núria Marín, mantienen buenos vínculos con Puigdemont y su entorno. Con esta última, Junts gobernó la Diputación de Barcelona entre 2019 y 2023, pacto que, por cierto, se tejió con la intervenci­ón de Illa.

 ?? Ferran Nadeu ?? Salvador Illa saluda a Aragonès el pasado 13 de marzo, en los Premios Empresa de l’Any, en la Llotja de Mar.
Ferran Nadeu Salvador Illa saluda a Aragonès el pasado 13 de marzo, en los Premios Empresa de l’Any, en la Llotja de Mar.

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