Xavi ensalza el «talento y el último pase» de João Félix
El Barça sigue sin perder. Lleva 11 partidos manteniéndose invicto (8 victorias y 3 empates) desde que Xavi dijo que se iba. Y encadena cinco jornadas de Liga dejando su portería a cero.
«El resultado es corto y es el resumen de lo que nos pasa esta temporada cuando hemos sufrido», se lamentó Xavi Hernández, el entrenador del Barça, quien se volcó en elogios hacia João Félix, quien ejerció de revulsivo apareciendo en la segunda mitad sirviendo una maravillosa asistencia en la decisiva jugada del 1-0 firmado por Raphinha. «El partido requería del talento y del último pase de João. Ha sido un golazo porque el timing de Rafa ha sido muy bueno», recalcó Xavi, quien reprochó la falta de eficacia.
CUBARSÍ Y 10 MÁS. La dimensión del joven central, tiene apenas 17 años, en el juego del Barça es tan impresionante que se ha convertido en imprescindible. Se organiza la defensa en torno a él. Da igual que sea central diestro, como anoche, o central zurdo, cargo que desempeñó Iñigo Martínez, mientras Araujo, el otro titular, descansaba. Era la única rotación que se permitió Xavi. Protegió al zaguero uruguayo y no arriesgó con Christensen, a quien esas molestias en el tendón de Aquiles le han hecho perderse los dos últimos encuentros: Atlético y Las Palmas.
Cubarsí, en cambio, es el faro de la estructura defensiva, capaz como es de vivir a 70 metros de la portería de Ter Stegen, presionando en el borde del área canaria, o de cabecear un saque de esquina, mientras sus pases, fuertes, curvados o rectos, caminan siempre en la dirección adecuada. Anoche, Munir tuvo el honor de ser uno de los pocos jugadores de Primera y Europa en regatearle, pero el disparo del delantero del Las Palmas se marchó fuera. Eso no modificó el juego de Cubarsí, central adolescente, defensa viejo. Se conoce el oficio como si llevara toda la vida ahí en el eje de la zaga del Barça. Pero son dos meses porque debutó contra el Betis (21 enero). Desde entonces, nadie lo ha movido.
YUSTE APRIETA PARA QUE XAVI SE DESDIGA. No hay partido en el que el vicepresidente deportivo del Barça no lance un mensaje de apoyo al técnico. Cada día que pasa va elevando el tono de sus palabras, convencido de que podrá conseguir que Xavi se desdiga de lo que dijo en enero. Entonces anunció que se iría en junio, una vez concluida la temporada. Si es por Yuste tiene tiempo y margen para cambiar de idea. «Ya sabe lo que queremos», le dijo el dirigente a Ricardo Sierra de Movistar + antes de comenzar anoche el encuentro contra Las Palmas. Y sabe Xavi, según se desprende de lo que sostuvo Yuste, que debería continuar la próxima temporada porque se habla «de un proyecto» y no de algo circunstancial. «En la medida de mis posibilidades voy a intentar convencerle», llegó a decir el hombre de máxima confianza de Laporta. Quien más cerca está del presidente. Quien más tiempo está con el presidente.
Y LEWANDOWSKI FORZÓ LA QUINTA Y ESTARÁ EN EL CLÁSICO. Ordenó Xavi, a través de Òscar Hernández, su ayudante, el cambio del delantero polaco. Lo hizo al mismo tiempo que el de Sergi Roberto. El capitán abandonó pronto el césped para que entrara Oriol Romeu, mientras Lewandowski se tomó todo el tiempo del mundo para salir. No quería abandonar el terreno de juego, exprimiendo cada segundo, dejando así a que Busquets Ferrer, el colegiado balear, le sacara la tarjeta amarilla. Logró Lewy lo que pretendía. Una cartulina que le permitirá descansar ante el Cádiz y llegar limpio al clásico del Bernabéu. Misión más que cumplida para irse a pensar en el Paris SG.
Cancelo e Iñigo Martínez también se limpiaron de tarjetas para ir a la cita con el Madrid
MONTJUÏC REGISTRÓ LA TERCERA MEJOR ENTRADA BAJO LA LLUVIA. Bajo una intensa cortina de agua, no es habitual en la montaña olímpica, Montjuïc tuvo más espectadores de lo que se preveía. Era una noche fría y lluviosa. Pero hasta 46.788 aficionados subieron a ver al Barça convirtiéndose la visita del Las Palmas en la tercera mejor entrada de la temporada, solo superado por el reciente duelo europeo con el Nápoles (50.301) y el clásico de octubre pasado con el Madrid (50.112) y por delante del choque con el Villarreal (46.224) en el que Xavi dejó dicho que se iba.
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