Los ascensores del metro de Plaça de Sants siguen en el aire
El Govern deja en incógnita si la construcción de los elevadores comenzará este año, como acordó con el ayuntamiento, ante la falta de presupuestos.
Ester se agarra al brazo de su hijo, Antonio, para descender las escaleras de la boca de metro de Plaça de Sants. Allí confluyen un andén de la Línea 1 y otro de la Línea 5, por los que transitaron casi 5,6 millones de personas en 2023. Pese a acreditar una alta afluencia, carece de ascensores y tiene una única escalera mecánica, solo de subida en una salida de la L1. Es una de las 12 paradas pendientes todavía de adaptarse a los pasajeros con movilidad reducida en la red del suburbano de Barcelona.
«Cojo cada día el metro, pero esta parada está muy vieja –resopla la vecina–. A veces, voy andando sola hasta Mercat Nou, porque está nueva y remodelada. Allí no tengo problema pero aquí es un lío… Viene mi hijo para ayudarme a bajar a la L1 y luego ya se marcha». Una mujer que observa la escena se suma: «Lo que le pasa a esta señora lo vemos cada día. Nos genera muchos problemas que no haya ascensores».
El proyecto para dotar por fin a Plaça de Sants de ascensores figuró en la lista de acuerdos alumbrados en la última comisión mixta de la Generalitat y el Ayuntamiento de Barcelona, reunida el pasado octubre. El anuncio vino precedido de una manifestación pocos días antes en Sants, donde los elevadores se exigen desde hace más de una década. Sin embargo, el compromiso para atender el ruego de los vecinos se ha puesto en cuarentena menos de medio año después, al truncarse los presupuestos del Govern para 2024 y precipitarse la convocatoria de elecciones para el 12 de mayo.
Tras la cumbre entre el ejecutivo catalán y el consistorio del pasado otoño, se concretó que los trabajos para colocar el ascensor correspondiente a la L5 empezarían este 2024. No obstante, el Departament de Territori evita confirmar ahora si la planificación se mantiene, una vez que las cuentas han tenido que prorrogarse tras frustrarse las negociaciones para que En Comú Podem se adhiriera al pacto de ERC y el PSC para las finanzas de la Generalitat.
«La licitación dependerá de las posibilidades presupuestarias», contesta la conselleria. Añade que el departamento se halla en pleno análisis para medir el «impacto de la no aprobación de los presupuestos en todas las obras», incluida la reforma para equipar Plaça de Sants con elevadores. Por ahora, el Ayuntamiento prefiere pensar que el bloqueo de las cuentas autonómicas no alterarán las previsiones. «Confiamos en que se mantengan los compromisos de inversión y calendario acordados», expresa.
Concentración el 3 de mayo
En cambio, el Centre Social de Sants –movilizado por que las instalación se desbloquee– reprocha que las instituciones «se pasen la pelota». Teme que el cierre abrupto de la legislatura en el Parlament aplace una remodelación para la que no acepta más demoras. «Nadie nos ha dicho si afecta, pero lo más preocupante es que no hay comunicación, cuando hay una carencia y una necesidad», señala el vicepresidente de la entidad, José Antonio Blasco. El movimiento vecinal prepara una nueva concentración para reclamar que la parada sea de una vez accesible. Se programa para el 3 de mayo, coincidiendo con el día de las personas con discapacidad.
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