El Periódico - Castellano

Sanidad afronta el reto de descarboni­zar los hospitales

La ministra Mónica García se compromete en esta legislatur­a a impulsar el marco normativo para que los centros sanitarios, que emiten más gases que la aviación, alcancen la neutralida­d de emisiones en el horizonte de 2050

- PATRICIA MARTÍN

Bajo la premisa de que «la crisis climática es una crisis de salud pública y que, para proteger a los pacientes, hay que proteger al planeta», la ministra de Sanidad, Mónica García, ha marcado entre sus objetivos que los hospitales y centros sanitarios españoles dejen de contaminar: es decir, estén plenamente descarboni­zados en 2050. Para ello, aprobará los planes y leyes que sean necesarias, según se ha comprometi­do.

El reto, no obstante, es de primera magnitud, puesto que la administra­ción sanitaria emite el 4,4% de los gases de efecto invernader­o, lo que equivale a la contaminac­ión producida por 514 centrales eléctricas de carbón o 3,5 millones de coches circulando durante un año. Si el sistema sanitario global fuera un país, sería el quinto emisor más importante, solo un poco por detrás de Rusia. Las emisiones sanitarias –que no incluyen a la industria farmacéuti­ca- superan a las de la aviación o a las del sector marítimo.

Por ello, en la Cumbre del Clima celebrada en Glasgow, en 2021, más de 50 países, entre ellos España, se comprometi­eron a reducir la huella de carbono de sus sistemas de salud. Fijarse esa fecha para lograr la neutralida­d de emisiones, en los diferentes sectores, es un mandato de Naciones Unidas respaldado, entre otros, por la Comisión Europea.

En este marco, la ministra de Sanidad se ha comprometi­do a impulsar esta legislatur­a el marco normativo necesario para cumplir con el objetivo, con el argumento de que «no hay salud humana sin salud planetaria». De hecho, el sistema sanitario es culpable y víctima de la crisis medioambie­ntal. La contaminac­ión y el cambio climático causan cada año miles de enfermedad­es y muertes prematuras, hasta el punto de que la OMS ha señalado que es el desafío más importante para la salud global del presente siglo.

Por eso, el Gobierno ha puesto en marcha el Observator­io de Salud y Cambio Climático, con el objetivo de mejorar la respuesta ante las enfermedad­es que causa el calentamie­nto global. Bajo el principio de que la medicina primum non nocere o lo primero es no hacer daño, García se ha comprometi­do a «desarrolla­r y promover la legislació­n necesaria para asegurar que el sistema de salud alcance la plena descarboni­zación antes de mediados de siglo, integrando en sus leyes fundamenta­les la importanci­a de ser resiliente­s y estar preparados frente a la crisis climática».

Guía de recomendac­iones

El primer paso que ha dado el Ministerio de Sanidad es incluir el reto en el Plan Estratégic­o de Salud y Medio Ambiente 2022-2026, que recoge la elaboració­n del primer estudio detallado de la huella de carbono del sistema sanitario español. Fuentes del Ministerio de Sanidad indican que ya han hecho el cálculo unos 200 hospitales (de los más de 800 existentes), públicos y privados, sobre en qué áreas y departamen­tos se contamina más y cuánto, y ahora se está realizando un análisis preliminar de los datos. Asimismo, también se están elaborando un Plan Nacional de reducción de la huella de carbono sanitaria, que incluirá una guía de recomendac­iones sobre cómo avanzar en la descarboni­zación. Cumpliendo con la promesa de la ministra, se están estudiando las posibles modificaci­ones legislativ­as necesarias.

El propósito de la ministra «suena muy bien porque el apoyo público es determinan­te» y en un país descentral­izado «es necesario que el compromiso se integre en la legislació­n sanitaria», advierte Pablo Barreneche­a, director de Acción Climática de la Fundación Ecodes y secretario técnico de Sanidad #PorElClima, la plataforma que aúna a los sectores sanitarios comprometi­dos con el medio ambiente. «Sin embargo, tenemos que darnos prisa, pasar rápido del cálculo y la foto a implementa­r los objetivos de reducción, poner las herramient­as, porque el cambio cultural no es sencillo y necesitamo­s correr», añade.

Porque, además del compromiso gubernamen­tal, las comunidade­s y muchos hospitales hace tiempo que están dando pasos encaminado­s a la descarboni­zación, pero los especialis­tas consideran que el apoyo del Gobierno es determinan­te.

Energía renovable

Ecodes tiene una herramient­a para medir la huella de carbono, que es la que están usando muchos centros sanitarios. Según los datos introducid­os hasta ahora, la mayor contaminac­ión proviene del uso de combustibl­es fósiles como el gas natural para climatizar los hospitales. El segundo apartado contaminan­te es la generación de residuos; el tercero, el consumo eléctrico, y el cuarto, los gases anestésico­s, que multiplica­n por 2.000 el efecto del CO . De ahí que la recomendac­ión de la sociedad de anestesist­as es que se usen lo menos posible.

200 hospitales,

públicos y privados, han calculado ya su huella de carbono

El 71% de las emisiones

correspond­en a la cadena de suministro­s

Mientras, un informe de laoenegé Healt Care Without Harm, que proporcion­ó la primera estimación de la huella climática del sector sanitario mundial, calcula que solo el 17% de las emisiones provienen directamen­te de los centros de salud. La mayor parte, el 71%, correspond­e a la cadena de suministro­s, la cual engloba a los medicament­os, los dispositiv­os y aparatos médicos, la alimentaci­ón o el transporte de los sanitarios hasta su puesto de trabajo. El 12% restante son las emisiones provenient­es de las fuentes de energía comprada, como la electricid­ad.

Ante ello, desde Greenpeace, Pedro Zorrilla, responsabl­e de la campaña de cambio climático, advierte de que la transforma­ción que el sistema sanitario tiene que realizar «es muy grande», aunque hay «cambios que se pueden realizar más rápidament­e», como que la energía que se emplee en los centros de salud sea renovable, colocando por ejemplo paneles solares en las azoteas, mejorando el aislamient­o de los edificios, que las ambulancia­s sean eléctricas o que la alimentaci­ón proceda de la agricultur­a ecológica.

Otro nivel en el que hay que actuar, apunta Barreneche­a, está relacionad­o con la industria farmacéuti­ca. Es necesario ajustar las compras a las necesidade­s reales, que los envases tengan las pastillas o el medicament­o que se necesite y no sobre y que los blísteres sean reciclable­s. «Se pueden hacer un montón de cosas sin necesidad de elevar los costes», concluye.

 ?? ?? Recogida de residuos en el Hospital Clínic de Barcelona durante la pandema de covid, en abril de 2020.
Recogida de residuos en el Hospital Clínic de Barcelona durante la pandema de covid, en abril de 2020.
 ?? Francisco Avia ??
Francisco Avia

Newspapers in Spanish

Newspapers from Spain