Roglic golpea primero y gana la contrarreloj de la Itzulia
El esloveno aventajó a Evenepoel en 11 segundos y a Vingegaard en 15 en una etapa inicial en la que el mejor español fue Ayuso, que cedió 16.
Quien golpea primero toma ventaja, aunque lo haga con cierta sorpresa. A ciegas, con la televisión conectando mientras actuaban los teloneros y con los tres artistas principales en la ducha –Primoz Roglic, Remco Evenepoel y Jonas Vingegaard, por orden de clasificación–, se estrenó la Itzulia 2024, la única carrera que reunirá a estos tres divos del ciclismo mundial antes de que el Tour los junte el 1 de julio en la salida de Florencia.
Roglic llamó a la puerta para que la abrieran de par en par después de haber estado en posición incierta durante la París-Niza, donde estrenó la temporada, de modo tan irregular como impropio en él. Tocó el timbre de la Itzulia con tanta fuerza que no le importó el error de coger el desvío de coches en vez de enfilar la línea de llegada pero, aun así, ganó la primera etapa de la ronda vasca.
Hace 30 años, José Miguel Echávarri siempre repetía que en la primera etapa de una carrera si había contrarreloj el aspirante que la quería ganar, en aquella época Miguel Induráin, tenía que demostrar al resto que era el más fuerte, aunque sacase un segundo de diferencia porque era un tiempo de oro y brillantes. Y es lo que hizo Roglic ante Evenepoel y Vingegaard.
Actuó de forma parecida en 2023, en la Volta, cuando le ganó a Evenepoel la primera etapa y para iniciar los dos un duelo estelar que acabó decantándose del lado del esloveno. En Irún, salida y llegada de la contrarreloj, de 10 kilómetros, Roglic aventajó en 11 segundos a Evenepoel y en 15 a Vingegaard, con Juan Ayuso a solo 16 segundos de diferencia y con todo el trazado de la Itzulia por delante, con pequeñas y duras cuestas, con territorio trampa y con la última etapa, en Eibar, la jornada reina.
Caída y despiste
Si había, por lo tanto, alguna duda sobre el estado de forma de Roglic quedó disipada desde la primera pedalada. Es verdad que Evenepoel sufrió una caída que le restó eficacia en la contrarreloj, pero aun así Roglic contrarrestó el contratiempo de su rival flamenco con el pequeño despiste en la llegada.
Vingegaard, en cambio, fue a lo suyo, sin destacar en la contrarreloj, como hizo el mes pasado en la Tirreno-Adriático, donde firmó una actuación discreta pero cuando llegó la montaña puso el turbo en su bici y nadie logró seguirlo.
Ahora se antoja un duelo magnífico entre los tres grandes ciclistas, hasta el sábado, aunque en este caso que sea con el acierto de conectar las cámaras de televisión cuando se ataquen entre ellos. En la contrarreloj, de forma incomprensible, todos los mejores corredores salvo Ion Izagirre (cedió 21 segundos a Roglic) partieron antes del inicio de la retransmisión internacional. Ayuso fue el que anduvo más cerca de ellos, mientras que Pello Bilbao quedó a 25 segundos de Roglic, a 37 Carlos Rodríguez y a 55 Landa.
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